COMUNIDADES, POLITICA

Barranquilla, 1 de mayo de 2024.- Y se llevó a cabo finalmente una nueva jornada de manifestaciones este 1 de mayo Dia Internacional del Trabajo, tal como se esperaba, sin mayores sorpresas y con el mismo volumen de personas que salen a las calles cada año, con la única diferencia que este año la marcha fue filtrada por Gustavo Petro Urrego, la cabeza del régimen comunista que con sus políticas de extrema izquierda gobierna a Colombia.

Y pudo Gustavo Petro infiltrar la manifestación, porque quienes mayoritariamente se manifiestan el 1 de mayo son los sindicatos y sindicalistas afines ideológicamente a la extrema izquierda, tal como sucede con los sindicatos de las centrales obreras, y de los docentes, como es el caso de Fecode, quienes además no solo finaciaron la campaña a la Presidencia, sino que también votaron por él. Aunque no obstante hubo otros sindicatos que no marcharon precisamente por estar infiltrada la manifestación, debido a que previamente Petro Urrego así lo había anunciado previamente, que estaría en la marcha, y con el supuesto de invitar a manifestarse, para hacer creer a los ingenuos que la gente asistió porque él los invitó.

Quienes sí muy seguramente asistieron a la manifestación de este 1 de mayo por llamado de Petro, fueron los indígenas que fueron sacados de sus comunidades para venir a hacer bulto a la manifestación en Bogotá, no obstante, muy pírrica.

Los sindicalistas e indígenas y docentes salieron en Bogotá con muy escasa presencia, al igual que en la ciudad de Cali, Tunja, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y en algunas ciudades intermedias con la misma proporcionalidad. Las calles prácticamente se sintieron muy solas en todo el país, salvo las pequeñas aglomeraciones que se presentaron con los marchantes.

Ya frente a los manifestantes en Bogotá, Petro Urrego aprovechó como era de esperarse expresar su discurso predecible y amenazante en el que igualmente empezó por amenazar como es su costumbre a los colombianos, señalando que

“si intentan un golpe contra la voluntad como el 19 de abril, el pueblo recuperará la democracia”, muy fuera de la lógica su pendenciero discurso, porque este primero de mayo quedó evidenciado que el pueblo no está con él, el pueblo no le respondió.

Para variar Gustavo Petro volvió a coger a al expresidente Uribe nuevamente por delante, utilizando las mismas frases de URIBE, como eso de decir que Uribe se equivocó “de cabo a rabo”.

Lo que si ha generado rechazo no solo por parte de los colombianos es su anuncio de que este jueves “romperá las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel”

Petro también peleó con su gabinete, en lugar de asumir su culpabilidad en el estado de atraso en que va el país gracias al sistema político de hambre y miseria que está promoviendo. Sin embargo, descargó en sus subalternos señalando que “aún hay ministros y ministras que les da miedo, temen”

Predecible igualmente Petro, cuando arremetió con la clase política de apellidos reconocidos, entre ellos sus socios que los llevaron al poder como lo fue Juan Manuel Santos, es así como dijo entonces: “No les gusta que no me llame Ospina, que no me llame Lleras, que no me llame Santos”

Y volvió a traer los temas de los cuales está agarrado para permanecer en el poder, aunque lo ha negado varias veces, sin embargo, volvió a referirse a la Constituyente: “que las palabras constituyentes se escriban”. Agarró con las reformas: “hicieron de las pensiones un negocio de banqueros”. Y arremetió contra las marchas de la oposición: “Constituyeron la marcha de la muerte”, olvidando a propósito los muertos, heridos y violencia que dejaron las marchas promovidas por él con la autodenominada “primera línea”.

Petro para rematar su discurso de división y de odio, volvió a enorgullecerse y trajo nuevamente su pasado terrorista, del que con sus expresiones lo que queda claro es que sigue siendo su prioridad. Es así como expresó sobre lo sucedido con la bandera del M-19 en Zipaquirá, que “esa bandera no se guarda y no se esconde, se levanta”.