Barranquilla, 6 de noviembre de 2024.- Gustavo Petro entregó este 5 de noviembre medallas inmerecidas a unos ex guerrilleros del M-19 diciéndole a Colombia en esa ceremonia que ya no hay diferencia moral –y que tal vez nunca la hubo–, entre los implacables agresores del M-19 que jamás se arrepintieron de los crímenes que cometieron y sus víctimas.
El cuestionado jefe de Estado condecoró ese día a 116 oficiales, suboficiales, infantes de marina, soldados profesionales, agentes de la Policía y personal civil de la fuerza pública. En ese acto condecoró también a ex combatientes del M-19 que prestan servicio ahora como agentes de la oficial Unidad Nacional de Protección (UNP).
Poner en pie de igualdad a ex miembros de organizaciones narcoterroristas con los agentes de la fuerza legítima del Estado no será jamás, aunque él lo pretenda, un “ejemplo de paz”. Será siempre un acto de subversión del derecho, y de humillación descarada a quienes defienden con su vida la sociedad y la ley.
Los que conspiraron, atacaron a mansalva y llevaron a la muerte a miles de colombianos inocentes, incluso si se hubiesen arrepentido de sus crímenes y pedido perdón a la sociedad pueden aspirar a ser indultados o amnistiados, pero no puestos en el mismo espacio moral, político y jurídico de los defensores de las libertades. Decir lo contrario es una muestra más de la perversión mental del ocupante de la Casa de Nariño. Así juega él con la dignidad de las fuerza pública y de las tradiciones republicanas de Colombia.
Ante esa nueva arbitrariedad del gobierno no basta la indignación ciudadana de rutina. Debemos pedir al menos que esas medallas inmerecidas a los del M-19 sean devueltas. Si les queda a ellos una gota de dignidad, o de respeto por Colombia, tendrán que devolverlas. No exigirles eso nos convierte en cómplices de esa iniquidad. Por eso les decimos: deben devolver esas medallas, si medallas hubo.
Tenemos que exigirles ese gesto, aunque a ellos no les guste y se hagan los sordos. ¡Devuelvan las condecoraciones! Los del M-19 no son ni nunca fueron héroes de la patria. Estaban en esa banda castrista para asesinar, secuestrar y mutilar a colombianos inocentes. Son indignos de esos honores. Cada vez que gritemos ¡Fuera Petro! deberíamos agregar con fuerza: “¡Devuelvan las medallas!”. Las condecoraciones inventadas por Petro son grotescas. Desháganse de ellas cuanto antes.