Las marchas del 21N y 4D confirmaron que se protestó bajo peldaños desconectados de la realidad. Se convoca bajo el pretexto de un proyecto de reforma laboral y pensional. No son facultades legítimas del gobierno presentar reformas? No son necesarios 4 debates en el Congreso de la República? ¿Todo, a pesar de que allí no existe radicación alguna de proyectos gubernamentales.
A los partidos que se autodenominan decentes, de avanzada, progresistas, les tendríamos que vociferar –con un grito que se extienda por toda la nación- que marchar es derrochar el trabajo y ello, no constituye progreso alguno.
Los progresistas son los creadores de trabajo, de innovación, de empresas y tecnologías como Bill Gates, Mark Suckerberg, Steve Jobs y miles de empresarios que desde los garajes han construido emporios de bienestar, prosperidad y desarrollo, para beneficio de la humanidad. Eso es progresar, eso debería ser el “progresismo”.
Es la calle el lugar adecuado para contrarrestar proyectos del gobierno? ¿O es en la mesa de Concertación laboral o en el Congreso? Los progresistas no quieren sujetarse a las reglas de la democracia. Estamos hablando de avanzada y de decencia?
Estos “decentes”, consideran que el presidente no gobierna y demandan por ello, que se aparte de sus tesis triunfantes, de su partido C. D. Resulta decente que un partido obtenga una victoria y gobierne con las tesis de sus opositores vencidos?
Cuando por el contrario, el presidente se ha resistido a negociar con los parlamentarios, a través de prebendas, canonjías y mermeladas. Acaso enmermelar a los parlamentarios resulta de avanzada y de “decencia”?
El presidente Duque es acusado de ingobernabilidad, porque no resuelve las muertes selectivas de los lideres e indígenas que se oponen a los cultivos ilícitos y trabajan por la sustitución, pero son acusaciones emanadas y vociferados por los autodenominamos de “avanzadas”, “decentes” y “progresistas” que prohijaron que los cultivos ilícitos no se fumigarán por el efecto causado al medio ambiente; obteniendo con ello, una multiplicación de 40 mil a 200 mil hectáreas.
Cabría preguntarle a los magistrados de la Corte Constitucional si consideran de “avanzada”, “decente” y “progresista” que se valore el impacto sobre el medio ambiente de los cultivos ilícitos y no se pondere la cantidad de vidas humanas victimas del renacimiento de carteles de la drogas, nuevos “pablos escobar” “mexicanos” y el incremento del poderío de las guerrillas? Serán ustedes responsables de las miles de muertes ocasionadas con sus sentencias que defienden el medio ambiente, en lugar de defender a ultranza el derecho fundamental a la vida humana de los Colombianos?
Los autodenominados representantes del pueblo en el Comité del Paro, no respetan las leyes de la democracia, las victorias electorales de sus contradictores y no conviven con los pobres, nunca han creado fundación, empresa, ni expedida ley alguna para beneficiarlos. Este actuar es de Progresistas o decentes? … Solo son genios de la manipulación de masas!
Pretenden convertir en ilegal que un gobierno presente propuestas de reforma ¡Hasta ahora la protesta en la calle ha conseguido solamente a colocar en la calle a cientos de pequeños empresarios que han perdido su sustento ante la ausencia de compradores en el centro de Bogotá. Ellos han sentido directamente y en carne propia el significado y los efectos directos de las pretensiones socialistas. El sentido inverso de lo que demandan.
Los autonombrados comité del paro, sostienen que las marchas se convirtieron en ríos de gente que piden a gritos la soluciones a 13 temas que constituyen funciones y competencia propia del Congreso de la República. Por qué, si poseen la razón, no lanzaron sus candidatos al Congreso de la República para que presentaran estas propuestas y reformas que ellos demandan? No son Demócratas? ¡Ahí están las vías institucionales ¡Nadie se las ha cerrado.
El presidente Duque posee la enjundia, la inteligencia y el mandato para superar los actuales embates que enarbolan los coordinadores del paro; quienes a su vez son los perdedores en las últimas elecciones. El paro terminará desgastado, desprestigiado por sus ambiciones incongruentes y desmedidas, además de dejar al pueblo indignado y cansado.