Existe una idea equivocada que nuestras fuerzas armadas, y policiales, no están capacitadas para dirigir los destinos de una nación, o para formar parte de un equipo humano que la oriente, o que contribuya directamente o indirectamente a participar en la restauración del orden social, económico y la seguridad nacional. Si algo ha distinguido a nuestras instituciones uniformadas, es la decencia, la prudencia y la estatura profesional que obliga al compromiso. Nuestro hombres pasaron de ser empíricos a profesionales académicos con especialidad en las diversas las ramas del saber.

La primera de estas lecciones siempre ha sido el temor a Dios para alcanzar la sabiduría para el manejo de las interrelaciones humanas para que siempre sea equilibrada, y con respeto de los derechos humanos.

Paralelo a esa formación, se destaca la importancia de cómo conducir con amor y respeto la formación del hogar y la orientación moral de esta, aplicado con ética, amor a sus familias y profesiones. Y en ese proceso de formación integral, ingresan al humanismo para conocer la verdadera historia patria, la historia universal, la cultura y el pensamiento de las diversas ilustraciones universales, así como en otras ciencias especializadas, entre estas, la medicina, el derecho ingenierías, arquitectura, biológicas y científicas entre muchas otras.

Finalmente entran en un proceso de instrucción especializado para el uso de las armas, ante el manejo de las diferentes situaciones sociales, pero de un modo equilibrado y estoicamente indiferente a las provocaciones de los adversarios, y a todo lo opuesto a su carrera de oficial de donde nace la consagración y el respeto a las leyes y la constitución, destacándose entre estas, la defensa de la soberanía, el orden público; todo para hacer posible la convivencia ciudadana en forma ordenada y armónica.

Ese compendio académico universal de aprendizaje, es el que forma a un soldado y un policial de corte Pacifista, y no uno de espíritu guerrerista. Entonces, es falso, que nuestras fuerzas armadas, sean unos Chafarotes.  Hay muchos que están por el mundo enseñando en universidades o academias militares, como también hay otros que son consultores de la historia para las más importante cadenas de la Televisión en la rama  de la consulta  de la historia y de los de fenómenos políticos internacionales.

Este preámbulo, para expresarle a la ciudadanía y a las fuerzas armadas y policiales que aún hay tiempo de recuperar la patria, porque hay suficiente potencial además de sano, preparado, no contaminado de socialismo ni arrodillado a sus enemigos, que está obligado a reaccionar.

De otra parte, vale aclarar para ser coherentes, que la apatía en la reacción de las fuerzas armadas y policiales que mucho he comentado, ante el escenario peligroso al que nos está conduciendo el presidente Petro, obedece más a la formación pacifista, que, a la cobardía, lo que no exime que, dentro del cuerpo de ambas instituciones, haya traidores, vividores, calculadores, corruptos, mañosos, avivatos, comunistas, infiltrados  oportunistas, porque en la viña del Señor, hay de todo, eso tenemos que entenderlo, y más bien verlos con compasión y tristeza.

Es lamentable, pero es así. Como colombiano y mirando todo el contexto desde un palco frio, pero con sentimiento de patria, aún tengo FE, que las fuerzas armadas y policiales, van a reaccionar, bien sea que lleven o no, el uniforme que les da la autoridad externa, pero… mientras se conserve la interna, de PATRIOTAS RESPETABLES Y LEALES, hay muchísimas probabilidades de salvarnos.

Siempre los buenos profesores dejan la huella en los buenos alumnos, que se convierten en líderes semillas, que florecen de un momento a otro, para defender la libertad con vigor y coraje.

Toronto Canadá.

senengonzalezvelez@hotmail.com