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El “decálogo” de Petro. Qué maravilla. Por: Eduardo Mackenzie

Greta Thunberg no quiso ir a la COP27 que comenzó el pasado 6 de noviembre en Charm el-Cheikh, Egipto, pues dijo que eso será una vasta comedia de greenwashing (demagogia verde). El premio de consolación fue la aparición de Gustavo Petro. El presidente colombiano sí aceptó ir a jugar allí el papel de comodín tercermundista  que recita un discurso apocalíptico inspirado en los conceptos del grupo delirante franco-británico Extinction Rébellion.

El llamado “decálogo” que Gustavo Petro improvisó ante un pequeño auditorio está a la altura de lo que ellos querían que dijera, y de lo que él vociferó ante la asamblea general de Naciones Unidas: el fin del mundo está próximo y eso es culpa del capitalismo.

Petro estuvo idéntico a sí mismo: esgrimió la retórica de la nueva versión del comunismo y muy lejos de las realidades colombianas y a la altura de lo que le dictan los activistas europeos del decrecimiento.

En su “decálogo” no hay una sola idea que defienda los intereses de Colombia. No hay allí una frase que proteja la estabilidad económica-social y psicológica de los colombianos. Lo que cuenta es el decrecimiento a rajatabla aún si eso destruye la moneda colombiana y genera hambre, miseria y sufrimiento.

Veamos de cerca lo que dice el “decálogo” de Petro quien se vió como un  Moisés encorbatado bajando de una colina de Egipto con diez frases sobre un papel:

1.-“La humanidad debe saber que si no se actúa ya se extinguirá”, es decir el fin del mundo está próximo. Petro repitió así el famoso “pacto de suicidio colectivo”, con el que Antonio Guterres trató de asustar a 100 jefes de Estado y de Gobierno en la inauguración de la COP27. Petro repite así la cantaleta del ecologismo violento y nihilista que dice que “la exterminación actual de la vida en el planeta es comparable a las grandes extinciones geológicas”. Por eso vemos hoy jóvenes desesperados que atacan obras de arte en los museos, o a vándalos que destruyen cultivos y embalses creyendo que así impedirán el fin del mundo. En realidad, “según los archivos fósiles, cada extinción de masa fue seguida de un aumento más importante de la bio-diversidad” (1).

2.- “El mercado ocasionó el problema”, es decir el capitalismo causó el problema, pues mercado solo hay uno y ese es capitalista. El resumen de Petro es pueril. Los marxistas de Extinction Rébellion  dicen lo mismo pero de manera más refinada: “la profunda incompatibilidad entre el actual modo de desarrollo económico basado en el crecimiento y la búsqueda del beneficio, y los límites de nuestro planeta”.

3.-“Solo planeación pública global y multilateral en la ONU”, dice Petro. Si la solución debe ser “global” y “multilateral” no puede ser únicamente pública. Petro interpreta la idea de Extinction Rébellion de abolir el sector privado y las instituciones democráticas e inventar un artilugio utópico-totalitario con el pretexto de que hay que “cambiar de sociedad”: “A nivel nacional, estamos pidiendo la creación de una asamblea soberana de ciudadanos adaptada a este cambio de sociedad”.

4.-“Política mundial es la que corregirá el mundo y no las empresas”. De nuevo la obsesión anticapitalista. Petro dice que hay que deprimir o liquidar las empresas para que la “política mundial” (una entidad que no existe) “corrija al mundo”. Petro cree que una fase larga de caos y recesión económica mundial podrá “corregir el mundo” y aplazar el fin del mundo. El parece ignorar que el cambio climático no es originado sólo por la labor humana: es también el resultado de la evolución natural del planeta. La Tierra no es un planeta muerto, ni una luna grande.

5.-“Pilares del clima la selva Amazónica es uno de 4 existentes. 200 millones durante 20 años para salvar la selva”.  Petro no dice: los países amazónicos deben ser ayudados por los países más ricos para proteger la selva amazónica. No sabemos qué quiso decir Petro al escribir una frase sin sujeto: “200 millones durante 20 años para salvar la selva”.  ¿Quién da a quién?  ¿Los países pobres a la misteriosa entidad que él llama “política mundial”?   ¿O ésta a los países con selva amazónica? Algunos medios, como El Espectador, afirman que Petro anunció que Colombia le girará 4 mil millones de dólares (20 millones durante 20 años) a los organismos “que luchan contra la crisis climática” y a un fantasmagórico gobierno mundial, “para que salven la selva amazónica”, como si a Colombia le sobraran los dólares y fuera un gran contaminador del planeta (2).

6.-“Dejar de consumir hidrocarburos para superar la crisis climática. Fechas definidas para su final”. Como si la COP27 pudiera fijar una fecha para cesar el uso mundial de hidrocarburos sin tener soluciones eficientes y duraderas de recambio, producto de la innovación tecnológica, es decir del desarrollo industrial y científico (no del decrecimiento), pues las eólicas y las placas solares no son la solución estable y, sobre todo, agravan el problema del deterioro de los ecosistemas, de la naturaleza, de la zoología marina y terrestre, de los bosques y de las regiones agrícolas.

7.- “Los tratados constitutivos de la OMC y el FMI no sirven y deben someterse a la COP”. Dos organismos claves en la regulación mundial de los intercambios económicos y financieros deben desaparecer pues, según Petro, son “capitalistas” y el poder mundial debe caer en manos del ecologismo punitivo.

8.- “Programa de cambio de deuda por la política del cambio de emisión”. Eximir a los países de pagar su deuda externa para que puedan dedicar esos recursos para enfrentar el cambio climático es otra quimera progresista. ¿Cómo explicar la crisis económica de Argentina si ésta, gracias al FMI, fue beneficiada varias veces de  “reescalonamientos” de su enorme deuda externa?  ¿A quién le está haciendo Petro el mandado? ¿A Fernández?

9.- “La banca privada y multilateral deben dejar de financiar hidrocarburos”. Otra estrategia anti mercado embozada: eliminar el consumo de hidrocarburos para que la banca privada  y multilateral desaparezcan.

10.-“La paz, porque la guerra quita el tiempo y destruye a la humanidad”. Petro descubrió ese día el agua tibia. Debería decirle eso mismo a Vladimir Putin y exigirle que cese su abominable agresión a Ucrania y sus amenazas a Occidente, que retire sus tropas y cese su terrorismo físico, energético y alimentario contra Ucrania y los países africanos y se deje de amenazar con la bomba atómica al mundo libre, como si éste no estuviera en condiciones de defenderse y replicar violentamente. Pero no lo hará: Petro sigue siendo putinista.

(1).- Michael Shellenberger en su obra Apocalypse Zéro (L’artilleur, Paris, página 11 y 140).

(2).- https://www.elespectador.com/politica/es-hora-de-la-humanidad-no-del-mercado-decalogo-de-petro-contra-el-cambio-climatico/

Cabe decir que el decálogo de Petro tiene dos o tres versiones: la primera –redactada sin adornos– y las otras son  suavizadas y convenidas.

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