POLITICA

Barranquilla, 8 de mayo de 2020.- Luego de que el Ministerio de Salud anunciar el jueves de la semana pasada el aumento de casos de Covid-19 por búsqueda activa en 27 conglomerados de 13 territorios Meta, Amazonas, Bogotá, Caquetá, Tolima, Nariño, Barranquilla, Magdalena, Antioquia, Atlántico, Valle, Risaralda y Santa Marta, la situación en el Amazonas se disparó de una forma vertiginosa, pero esperada debido a los cerca de 30 pasos fronterizos en la porosidad de la selva que limita con el estado Amazonas de Venezuela, con Brasil, y Perú, siendo el foco contaminante la ciudad de Manaos límite con Brasil, donde la pandemia se volvió incontenible debido a la forma como el mandatario brasilero Jair Bolsonaro ha decidido enfrentarla. Otros países lo han hecho como Brasil, y les ha ido bien. Sin embargo la situación para la amazonía colombiana es muy difícil debido al estado de abandono por parte del gobierno central en que siempre los han tenido.

Solo este jueves la cifra reportada de 188, lo que aumentó los casos a 497 y, posteriormente siguió presentando altas cifras de contagios, en los consolidados diarios que entrega el Ministerio de Salud, un día 12, y seguidamente 47 y en los últimos reportes seguía creciendo, hasta alcanzar hoy la cifra de 743 en la que hay una mayoría indígenas, otros 91 son presos de la cárcel de Leticia, la capital, convirtiéndose en menos de un mes en el departamento con la tasa de infección por coronavirus más alta del país.

El aumento de casos supuestamente, según dijo el Ministerio en sus primeras preocupaciones se debe a que es un claúster con vigilancia epidemiológica intensificada donde se tomaron varias muestras comunitarias y en el hospital de Leticia. En el Amazonas son varias comunidades indígenas las que allí habitan, son estas Yoi, Arara y Zaragoza.

“A los indígenas no les ha valido lo que algunos consideran “conocimientos”, “sabiduría”, que realmente son practicas y ritos fuera de todo carácter Divino, sin embargo hay quienes la llaman “religiosas” cuando realmente son “brujerías”, en la que invocan practicas satánica con los espíritus de los indígenas muertos, para preparar sus brebajes, menjurjes e indumentarias que algunos, incluso que se consideran así mismo muy “inteligentes”, van a buscar para apoyarse en “porquerías”, y no en Dios. Para eso es para lo único que acuden a los indígenas, pero nunca se preocuparon por construirles hospitales ni clínicas, ni darles estudio, y mucho menos sacarlos de su ignorancia”, dijo a este medio un connotado líder de esa región que habita en la ciudad de Barranquilla.

Por otra parte los puestos de Salud, de los corregimientos y de los municipios, ni siquiera cuentan con un botiquín, mucho menos con camas y medicinas y personal de atención, razón por la que la Fuerza Aérea viajó en un avión Hércules, C-130 con 17 personas de la Salud dispuestos, entre médicos, enfermeras y bacteriólogos, además de llevar reactivos para tratar de ofrecer ayuda y mitigar en algo la terrible situación.

Según Martha Peralta Epiayú líder indígena y directora del Partido Mais,  la situación es indignante, y entregó unas cifras del COVID-19, en las que afirmó que son 123 indígenas los contagiados de un total de 718, pero al sumarle los 25 del reporte de este martes la cifra asciende a 743 personas en total.

El abandono es tal, que solo hay 7 ambulancias en ese departamento, pero una sirve. No hay una sola cama de Cuidados Intensivos, y el único Hospital Público de esa región está intervenido. Y finalmente afirma que son 23 los fallecidos quienes dejaron de existir en sus propias casas, pero el reporte del Minsalud, afirma que solo son tres las personas fallecidas