EDITORIAL

Se llevó a cabo en el cruce del río Teatinos y finalizó con la rendición en masa de la división realista, siendo la culminación de 78 días de campaña, iniciados por el Libertador

Tal es la gloriosa acción de armas que nos separó para siempre de la Madre Patria España.

Barranquilla, 7 de agosto de 2023.- Boyacá no es por sí misma una batalla de grandes proporciones, ni por su duración, porque el sol no avecinó a su ocaso sin ver la libertad naciente, ni por el número de combatientes, porque el vencedor contaba solo un poco más de dos mil soldados y el vencido cerca de tres mil ; ni por la tenacidad en el empeño, ni por la sangre derramada. Boyacá fue decisiva por sus consecuencias ; fue el término de una campaña audaz y rápida emprendida por un pequeño ejército desde los llanos de Venezuela, que carecía de todo, menos de constancia y valor ; y que abrió sus operaciones luchando con la misma naturaleza, como los primitivos conquistadores castellanos ; ellos y sus descendientes estaban animados de igual espíritu, y en la lucha entre sí debía sobresalir el mismo elemento, quebrantándose la constancia de los padres ante el tesón de los hijos.

– La consigna de Bolívar fue triunfar : después de la batalla de Boyacá, libre la Nueva Granada, después de la batalla de Carabobo, libre Venezuela, después de la batalla de Pichincha, libre el Ecuador, después de las batallas de Junin y Ayacucho, libres el Perú y Bolivia.

– Por eso Libertador realizó la obra sublime de la independencia, a la luz del sol, cara a los pueblos, con aquel heróico andar suyo sobre el lomo del caballo de guerra, buscando la unidad continental de los pueblos hispanoamericanos en la libertad solidaria; y así se llenó de gloria.

– Colombianos nuestra consigna debe ser la de triunfar con la constancia y valor que caracterizó a nuestros próceres, poner muy en alto el nombre de Colombia que en estos tiempos, desafortunadamente personas sin escrupulos, ineptos, rencorosos, sin noción de lo que es la lealtad y gratitud, con levadura de envidia, amargura, frustración, sin las más mínima y elemental idea de lo que significa el decoro, la descencia y dignidad, administren, en nombre de la democracia y la libertad, a nuestro país despues de haber violado todos los derechos humanos empleando métodos atroces y despiadados como la extorsión, el secuestro, la violación y el asesinato para eliminar al contrario, que con frescura y cinismo se hacen llamar humanos y decentes pronunciando la frase, aseveracione u oración : “Colombia potencia mundial de la vida”.

Colaboración del historiador, Libardo Díaz Orejarena