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Dios y el Partido Nuevo y Limpio. Por: Coronel (RA) Hugo Bahamón Dussán

Antes de empezar este escrito quiero manifestar que no soy un fanático religioso y tampoco practico una religión en particular.

Lo que si soy es un ferviente creyente en la existencia de Dios, en la inmortalidad del alma y en el juicio que tendrán nuestras acciones cuando pasemos a la vida eterna.

Creo en Dios con la certeza de Giordano Bruno en la que aceptar el infinito sin comprenderlo me da razón para creer en lo eterno como la otra cara del espejo.

Dios es para mí lo eterno.

Pasando de lo teológico a lo político, quiero explorar el título de esta columna.

Creo profundamente que el ser humano colombiano es esencialmente bueno y que la gran mayoría del pueblo colombiano es temeroso de Dios.

Por esa poderosa razón nuestro Partido Nuevo y Limpio tiene a Dios como centro para todas sus decisiones.

Creo que parte fundamental del problema es que la política en Colombia se volvió el reino de lo conveniente y dejó de ser el reino de lo correcto.

El Partido Nuevo y Limpio quiere volver a que Colombia haga lo correcto y vuelva a ser de Dios.

La razón es sencilla: No encontraremos la paz, viviendo en el reino de lo conveniente.

El Partido Nuevo y Limpio no va a decir mentiras para ganar votos, no va a engañar para defraudar y no va a mentir para convencer.

El Partido Nuevo y Limpio, al hacer lo correcto, como lo manda Dios, expondrá una plataforma política veraz, honesta y coherente.

No vamos a salir de este lodazal en que nos ha metido la caterva de descastados sin tomar posiciones fuertes ni tomar decisiones drásticas.

Eso va a exigir un gran sacrificio de todos que al final se verá recompensado en bienestar para todos.

Esta es una advertencia especialmente dirigida a todos los que quieran ser elegidos por el Partido Nuevo y Limpio.

El Partido Nuevo y Limpio los apoyará siempre que sus ideas vayan alineadas con lo bueno, lo noble y lo justo y que sus promesas de campaña sean honestas, realizables y ciertas.

Nada habremos ganado si vamos a hacer lo mismo que durante 200 años han hecho los otros: Mentir, mentir y mentir.

Si es nuestro compromiso volver a Colombia a Dios, tendremos su bendición y la victoria será nuestra.

Colombianos: yo estoy totalmente convencido de que la oportunidad que nos brindará la historia en el 2026 para recuperar a Colombia para Dios y para los colombianos no se repetirá jamás.

Unámonos todos, abstencionista, reservistas y todos los colombianos de bien para conformar esta fuerza política indestructible e imbatible que defenestrará del poder a esta “caterva de descastados” únicos verdaderos responsables de esta debacle que hoy vivimos.

Yo les puedo asegurar que el porvenir de Colombia mejorará infinitamente cuando logremos reemplazar a estos ineptos, corruptos e indolentes por los más capaces, los más honestos y los más comprometidos.

Esos que sienten el dolor de patria en su corazón pero que no han podido acceder a puestos de decisión porque la caterva de descastados, con su negocio de votos a cambio de coimas, puestos y contratos, se los ha impedido siempre.

Colombianos, no hay marcha atrás.

Atrás está el abismo.

Para su gentil reflexión.

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