Una investigación realizada por FEDEGÁN reveló que es tan alto el nivel de esta actividad ilegal que el faenado de la industria formal se ha reducido en cifras alarmantes: mientras en 2013 el sacrificio legal fue de 4,1 millones de bovinos, el año pasado bajó a 3,1 millones. Esto mientras la clandestinidad hace fiestas: de 520.000 animales en 2009 pasó a 1’760.000 en 2023.
Barranquilla, 9 de octubre de 2024.- Abigeato, carneo y sacrificio clandestino son las actividades ilegales que están dando al traste con la ganadería y la industria frigorífica en Colombia. Las cifras son contundentes: en 2023, mientras las plantas de beneficio faenaron 3,1 millones de bovinos, los mataderos piratas despostaron 1,7 millones de animales en las peores condiciones.
Así lo reveló un estudio realizado por la Oficina de Estudios Económicos de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN) en donde se incluye un estimado del Consejo Nacional de Cadena Cárnica que indica que “el sacrificio clandestino puede estar entre el 40 % y 45 % del sacrificio formal, cifra que es realmente preocupante frente a las líneas de negocio formales en toda la cadena de valor”.
El documento titulado “Entorno actual de las cadenas de valor de la ganadería colombiana” expresa que “mientras que en 2013 se sacrificaron 4,1 millones de animales, en 2024 la cifra rodeará los 3,1 millones de bovinos. El abigeato, carneo y sacrificio clandestino se convierten en una competencia desleal para toda la industria frigorífica y le hace un gran daño a toda la cadena de suministro”.
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Deterioro de la seguridad alienta la clandestinidad
De acuerdo con la investigación, “Hoy en día el mayor problema de la cadena de valor es el sacrificio clandestino, teniendo en cuenta que se ha venido presentando deterioro de la seguridad a nivel nacional, lo cual termina impactando directamente la cadena cárnica bovina”.
Sobre las expectativas relacionadas con el consumo de carne de res, se afirma que en el año 2024 el consumo formal de carne de bovino y vísceras volvería a las cifras de 18 kilogramos/persona. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existe un tema de clandestinidad que cada vez se agudiza más.
Y denuncia que “diferentes personas y/o grupos aprovechan la necesidad de la población de consumir este tipo de proteína para venderla a través de canales informales con menor precio, pero con menores condiciones de salubridad higiénica, conformándose como una estructura de competencia desleal que pone en riesgo las estructuras formales y productivas de la cadena de valor”.
Una bomba de tiempo
En el estudio se manifiesta que la cadena cárnica necesita: mejoramiento en seguridad, mayores controles de autoridades sanitarias, policivas y judiciales y un sistema de identificación animal que funcione de manera plena.
José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de FEDEGÁN, recordó que el abigeato -hurto o robo de ganado bovino- es una actividad que ha afectado a la ganadería de manera ininterrumpida y registra cifras escalofriantes.
“Según la Policía Nacional, en los últimos 14 años se han denunciado 33.650 casos en Colombia, es decir, 6 cada día. Este acto criminal unido al carneo (desprese ilegal en fincas ganaderas) y al sacrificio clandestino son una bomba de tiempo que está afectando de manera grave a los ganaderos y a toda la cadena cárnica del país”, agregó el alto ejecutivo.