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Caso Madelayne, no aporta a intereses políticos de la izquierda. Por: Duván Idárraga

IMG_6937Uno de los aspectos que más cuestiono a la izquierda colombiana es la incoherencia que siempre  manifiestan, sus posturas son acomodadas. Si les representa réditos políticos se muestran como fehacientes luchadores contra la corrupción, defienden el medio ambiente, se preocupan por los líderes sociales, la educación y la vida de las personas; en otros casos esos temas les resbalan.

Hace algunos meses escribí cuestionando la forma en que la izquierda (entre ellos el Partido Verde) se rasga las vestiduras contra del uso de glifosato para fumigar cultivos ilícitos por los supuestos daños ambientales que podría generar; a la vez que guarda silencio cómplice cuando los narcotraficantes usan el mismo glifosato para beneficio de sus cultivos de coca; cuándo utilizan todo tipo de precursores químicos, que contaminaban fuentes hídricas, en la producción de cocaína y en minería ilegal; o cuando se daban voladuras de oleoductos con enormes derrames que afectaban el medio ambiente. En esos casos jamás se pronuncian, ahí el medio ambiente nada les preocupa.

En las marchas pasadas se dio un terrible accidente: Un joven encapuchado se enfrentaba a la policía y recibió el impacto de un elemento disparado por un integrante del ESMAD que ocasionó la muerte del joven Dylan. La izquierda utilizó política y mediáticamente el hecho para su causa y de paso atacar de manera injustificada y desproporcionada a la Policía y al gobierno; en esto contaron con la participación de varios medios y “periodistas” quienes quisieron hacer ver al joven como un mártir, en eso siempre trabajan de la mano pues tienen objetivos en común.

Pero hay un hecho mucho más grave y que no ha contado ni con ese despliegue mediático ni con la campaña de la izquierda visibilizándolo, pidiendo justicia inmediata y todo lo que les gusta: Un grupo de estudiantes de la Universidad del Atlántico en Barranquilla se tomó la sede desde hace varias semanas; allí resultó muerta la joven estudiante Madelayne Ortega, una de quienes se habían tomado esa sede. Ella sufrió una caída dentro de las instalaciones de la universidad en la cual sólo había estudiantes y organizadores de la toma; la escena fue manipulada e incluso utilizaron sangre de la joven para escribir sobre el piso, complicando aún más la investigación. La Necropsia de medicina legal determinó que Madelayne había muerto por el impacto del golpe en la caída pero también mostró que tenía marcas de dedos en brazos y cuello. En este caso la izquierda colombiana, que dice mantener tan preocupada por los jóvenes, no se ha pronunciado. Pareciera un caso que políticamente no les sirve, no se puede cuestionar a la policía o al gobierno nacional; si hacen ruido resultarían implicados quienes estaban con la joven al interior de la universidad, sin duda aliados o simpatizantes.

A diferencia del caso de Dylan, lo ocurrido con Madelayne escasamente fue mencionado por algunos medios de comunicación y los “periodistas”, tan afines y cercanos a la izquierda, poco despliegue hacen. Incluso, cuando se publicó el informe de medicina legal con las observaciones comentadas, no se generó el mismo interés en profundizar y hacerlo visible ante el país. Lastimosamente, otra vez, gran parte del periodismo colombiano muestra su excesiva parcialidad y su deseo de apoyar los intereses de la izquierda. Lo ocurrido en el caso de Madelayne reitera la selectividad de la izquierda para sus causas y para aprovechar solamente aquellos casos que representan beneficio para sus intereses políticos. No es tal su interés en defender la vida o a los jóvenes colombianos. Queda demostrado que sólo les interesa aquello que les aporte elementos a su objetivo de desestabilizar al gobierno colombiano y poder adueñarse del país. Y tantos que le comen todos sus cuentazos.

EL COLMO 1: Según Human Rights Watch no hay evidencias de que el General Nicasio Martínez ordenara las chuzadas. Increíble todo el daño que hicieron a la honra del General desde SEMANA, el medio de comunicación que se ha empecinado en destruir a Militares y a la institución castrense. NO HAY DERECHO.

EL COLMO 2: Siguen las denuncias desde la cuenta de twitter juliodenuncia 1 del carrusel de mermelada repartido por el Estado en el lapso del gobierno Santos comprando apoyos y silenciando opinión. Según lo informado recientemente hasta la Fundación Buen Gobierno ( manejada por el hijo de Juan M Santos) recibió contratos por $6.466.895.645. NO HAY DERECHO.

EL COLMO 3: Consejo de Estado confirmó la destitución de Antanas Mockus después de haberse hecho elegir estando inhabilitado por haber contratado con el Estado. El mal llamado faro moral violó a conciencia la legislación colombiana, una leguleyada le había salvado la curul. NO HAY DERECHO.

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