Estimados soldados profesionales, cordial saludo.
Soy Hugo Bahamón Dussán, su servidor.
No les hablo como político, porque no lo soy.
Soy un Coronel de Fuerzas Especiales, en uso de buen retiro, que por la seguridad de mi familia me tocó salir del país hacia Estados Unidos y allí, mientras vendía café tienda por tienda para alimentar a mi familia, en las noches estudié para ser profesor.
Ahora soy profesor de español e inglés en bachillerato y me siento útil otra vez.
Reconozco y acepto que la patria no les ha dado el reconocimiento merecido a los soldados profesionales.
Es una realidad que a las FARC les tocó negociar porque comprendieron que mientras existieran los soldados profesionales estarían cada día más cerca de la derrota.
Creo que el reconocimiento de la prima de actividad para soldados profesionales activos y retirados sería una manera de enmendar ese error y pagar esa deuda que Colombia tiene con ustedes.
Con economistas amigos hemos hecho cuentas y creemos que debe ser integrado al plan de gastos del estado y que existen los recursos para cubrir ese compromiso.
No es una promesa política, es sencillamente un acto de justicia.
Estoy tratando de unir a las reservas y formar un partido político conformado por reservas y sociedad civil para quitar del poder a los que yo llamo la “caterva de descastados” de izquierda, centro y derecha que nos han mantenido entretenidos matándonos entre nosotros mientras ellos continúan robándose el presupuesto, que si no se lo robaran, jamás hubiéramos tenido motivos para matarnos entre nosotros.
Ese partido debe tener un comité director conformado por un representante de todos, con igual fuerza de voz y voto.
Debemos olvidarnos de grados e imposiciones y hacer que todas las decisiones sean tomadas por esos representantes de los grupos, previa consulta a sus bases.
Solo así lograremos consolidar la fuerza inmensa de las reservas de Colombia.
Qué bien quedaría que el candidato a la presidencia o su fórmula a la vicepresidencia fuera un soldado profesional.
Algunos de inmediato dirían que no es posible.
Pues yo digo que es perfectamente posible, siempre que el poder de decisión repose en los votos legítimos y no en esta pseudodemocracia de votos comprados a cambio de puestos, coimas y contratos que ha sido la verdadera causa de todos nuestros males.
Les pido de corazón que dejemos atrás el pasado y miremos con esperanza hacia el futuro.
Es cierto que existieron oficiales y suboficiales que no comprendieron la grandeza y la importancia del soldado profesional y que su trato fue acorde con ese pensamiento obtuso.
Pero eso no los descalifica a todos.
En nuestra gran mayoría reconocemos, apreciamos y admiramos al soldado profesional, pues sabemos de la vida de inmensos sacrificios que tiene que llevar.
El pasado enseña, pero no condena.
Aprendamos de esa experiencia para dar hoy al soldado profesional veterano el puesto de honor y decisión que le corresponde ahora que con el nuevo y limpio partido empecemos a abrir surcos de prosperidad y bienestar para todos los colombianos.
Una vez esté cumplida mi misión, regresaré a seguir enseñando a mis muchachos en Nashville.
No tengo intención alguna de competir por algún puesto político.
Me basta con saber que dejé las bases sentadas para que existiera un partido político nuevo y limpio conformado por líderes honestos, comprometidos y capaces para reemplazar a esta “caterva de descastados” corruptos, ineptos e indolentes, que nos han llevado este pozo de desesperanza y frustración.
Se han dado los primeros pasos para la creación del Partido Unido de las Reservas y la Sociedad Civil de Colombia.
No hay marcha atrás.
Atrás está el abismo.
Para su gentil reflexión
Fuerte abrazo.