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Uribe reitera con pruebas al detalle, la inocencia de Santiago, ante la presión indebida de Petro y la JEP, para que lo condenen

Ante la presión del Presidente Petro para que condenen a mi hermano; también de la JEP, que con oportunismo político, hizo reciente publicación de un viejo organigrama criminal, en el cual aparecen personas absueltas por la justicia; de organizaciones políticas de izquierda y de un periodista, se presenta este resumen del caso, extraído del juicio y revisado por los distinguidos juristas de la defensa de mi hermano.

1. Este proceso contra Santiago Uribe, en el que ya había sido exonerado por la justicia regional, en épocas de las fiscalías de Alfonso Valdivieso y de Alfonso GómeznMéndez, con decisiones de primera y segunda instancia en los años 1999 y 2000, fue reabierto en el año 2010 mediante una conspiración con recursos desde Venezuela, donde estaba refugiado el mayor retirado de la policía, Juan Carlos Meneses, y quien tenía fuertes vínculos con el Cartel del Norte del Valle, como finalmente se pudo establecer. Es él quien fue a declarar en Argentina para montar todo el show periodístico que buscó generar el que se reabriera la investigación, que ya había sido diez años atrás clausurada con una segunda decisión absolutoria confirmatoria de la resolución inhibitoria en beneficio de Santiago Uribe.

2. Esa decisión inhibitoria, confirmada además, está acompañada de decisiones ejecutoriadas de parte de la justicia regional que enfrentó la criminalidad organizada en Antioquia y que exoneró al sacerdote, el padre Palacios, a quien atribuían ser el líder intelectual de ese grupo que bautizaron los enemigos políticos de Álvaro Uribe Vélez como los “Doce apóstoles”. El sacerdote Palacios y otros de los incriminados fueron defendidos por destacados juristas como el maestro y tratadista Fernando Velásquez, Luis Bernardo Ruiz Jaramillo y el doctor Jesús María Valle Jaramillo, quien fue asesinado por paramilitares. No sobra recordar que el Dr Valle Jaramillo y mi persona tuvimos diferencias que algunos temerarios han utilizado para acusarme injustamente de su asesinato. ¡A quién se le puede ocurrir que Jesús María Valle fuera a defender a un paramilitar!

3. Es tan mentiroso Juan Carlos Meneses que no se atrevió a ir al juicio para poder ser confrontado en ese escenario y verse en sus mentiras. Y la mentira más significativa de las muchas, más de treinta que dijo, fue que supuestamente se había reunido con Santiago, en compañía del capitán Pedro M Benavides, en el momento
de la entrega del mando de Yarumal, del Comando de Policía, en los días que iban desde el 5 hasta el 10 de enero de 1995. Y resulta que, afortunadamente, se pudo probar cómo esos días del 5 al 10 de enero del año 1995, Santiago Uribe estuvo siempre en Manizales durante la feria de Manizales, donde tenía que llegar antes para llevar los toros de lidia y luego estar también en todos los eventos, en la clausura y correspondientes actos sociales, en donde quedó como un hito para la historia de esa plaza el ser indultado el toro “Bolero” por parte del gran torero
Enrique Ponce, español. Y otro español que fue corneado y hospitalizado, recibió la visita de Santiago Uribe.

De todos estos eventos, día a día, la prensa se ocupó. Uno de estos medios, el diario “La Patria” de Manizales con registros fílmicos, fotográficos, y con entrevistas a Santiago Uribe. Además, múltiples testigos lo corroboraron. Por tanto, era imposible que estuviese simultáneamente en Manizales, asistiendo a la plaza, atendiendo estos compromisos, y al mismo tiempo en La Carolina reunido con Juan Carlos Meneses.

4. El otro pretendido testigo que utilizaron para reabrir el caso y encarcelar a Santiago Uribe, fue un enfermo mental; un persona declarada y tratada como esquizofrénica, Eunicio Alfonso Pineda Luján. Esta persona fue mantenida fuera del país por 15 años, llevada a varios lugares, a Ecuador, a Chile, a España, para ir modificando y estructurando un falso testimonio, dando a entender que había sido torturado por orden de Santiago Uribe y que escapó milagrosamente. La prueba que se llevó al juicio da cuenta que ha sido un testigo pagado y financiado durante 15 años por el sacerdote Jesuita Javier Giraldo y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, contradictores políticos por años de Álvaro Uribe Vélez, desde la época en que él fuera gobernador de Antioquia y luego presidente de la República. Este falso testigo financiado de esa manera durante 15 años, fue totalmente desmentido, entre otras probanzas, porque, gracias al trabajo de la propia Fiscalía General de la Nación, se encontró a la que era su compañera sentimental y de vida de la época, cuando estuvo viviendo en Yarumal. Esta persona desmintió todo lo que había dicho Eunicio Pineda Luján. Declaró que no era cierto que hubiese sido torturado, tampoco que hubiese habido paramilitares en la finca El Buen Suceso, donde ellos vivieron. Reveló que la abandonó en estado de embarazo y solo en el momento de la declaración, supo de él, que nuca conoció a su hijo y que nunca la buscó. Reveló la falsedad de las imputaciones que hizo su excompañero ante la Fiscalía. Esta es
una demostración más de cómo se construyó un testimonio aprovechando a un enfermo mental, un mentiroso, con beneficios económicos, pocas veces visto. Su relato fue desmentido palabra a palabra en el juicio.

5. También se probó, durante el juicio, que hubo intentos, por diferentes fuentes, para buscar falsos testigos adicionales contra Santiago Uribe Vélez. En esa medida, varios de los líderes o cabecillas de la organización delictiva denominada “Autodefensas Unidas de Colombia”, como alias “Julián Bolívar”, alias “Monoleche”, entre otros, declararon cómo trataron de forzar testimonios que buscaban involucrar a Santiago Uribe Vélez, cuando realmente ellos no tenían nada que decir sobre él. Que todas estas eran presiones construidas por los contradictores políticos de Álvaro Uribe Vélez. Es decir, se acreditó durante el juicio a Santiago Uribe Vélez cómo había un complot orquestado, al parecer por los enemigos, y con la connivencia de la Fiscalía liderada por el fiscal de Santos, Eduardo Motealegre Lynneth, que reabrió estos procesos y que finalmente condujo a la detención de Santiago Uribe Vélez, quien recuperó su libertad y quien espera que finalmente se haga justicia en su caso.

6. En cuanto al homicidio del conductor del bus escalera Camilo Barrientos, por el cual también fue acusado, quedó reconocido, por su propio protagonista, que había sido el resultado de una reyerta con un policía, y que ese policía, de apellido Amaya, motivado por Juan Carlos Meneses, dieron ambos la orden a sicarios para que lo asesinaran, sicarios que ellos llevaron desde Medellín y que tenían directa relación con el mayor Meneses. Nada tuvo que ver Santiago Uribe Vélez en ese homicidio. El Mayor Meneses como parte de su conspiración hizo uso de su actividad criminal para vincular a Santiago. El protagonista de la reyerta reconoció su crimen, incluso bajo juramento durante el juicio, y por lo cual, además, está condenado con decisión en firme. Esto refleja y evidencia
como prueba adicional el complot que se montó contra Santiago Uribe Vélez, solamente por ser el hermano de Álvaro Uribe Vélez.

7. Debe anotarse que estos casos son anteriores a mi ejercicio como Gobernador de Antioquia.

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