COLUMNISTAS

Lo resolveremos en Colombia, y debemos resolverlo los colombianos. Es preciso tener claro que no nos lo van a resolver en el exterior, y aun menos organismos como la ONU, o la OEA, o en el CIDH, ni en ningún otro estamento internacional por importante que sea.

No resolvieron, como era su obligación, el ascenso de la dictadura de Chávez en Venezuela, ni la de Ortega en Nicaragua, ni tomaron cartas en el tema de los Zurdos en la Argentina, ni se refirieron para nada al atarban de Rafael Correa cuando intento hacer lo mismo en el Ecuador, se hicieron los majaderos cuando Pedro Castillo quiso dar el zarpazo en el Perú, y en el pasado fueron testigos mudos del genocidio que se cometió en Ruanda, en abril de 1.994.
Resumiendo lo que dijo la ONU, en abril de 1.994, en su cobarde y mezquino informe con el que justifico el alevoso holocausto, es bueno que lo recordemos: “Por falta de recursos y mala voluntad para asumir la responsabilidad de impedir o detener el genocidio”

¿Uds recuerdan cual fue el resultado del abandono de parte de la ONU a ese pais?
Cerca de 1.000.000 de personas fueron asesinadas y unas 250.000 mujeres fueron violadas en menos de tres meses.
¿Que hizo el mundo entero? Mirar para otro lado mientras se llevaba a cabo el atroz exterminio.

Considero loable el viaje a Washington y a Nueva York, a la ONU y a la OEA, de algunos congresistas de mi partido a denunciar ante esas mismas organizaciones lo que viene sucediendo en nuestro pais, pero no les auguro buenos resultados a la gestión, en el entendido de que, a los señores Antonio Guterres de la ONU, y a Luis Almagro de la OEA los eligen, o reeligen, los embajadores de los países cómplices de las peores tiranías del continente.
De esa visita quedara registrado en la historia, como un mandado inútil y un saludo a la bandera.

Nuestros problemas los está provocando un gobernante formado dentro de una organización rebelde proclive al crimen y está dirigido por una persona que durante toda su vida ha demostrado la misma inclinación. La obligación nuestra es encararlo aquí en nuestra patria y vencerlo.

El asunto de fondo no son las llamadas “protestas sociales”, ni las marchas de los indígenas, ni las tales mingas de campesinos, sino que el propósito inminente es llevar al pais a una situación de penuria económica tal, que le permita darle un manejo autócrata al pueblo y conducirlo hacia un proyecto “revolucionario del siglo XXI” copiado del librito de la nueva constitución creada por Hugo Chávez Frías en Venezuela; Y si para lograrlo, Gustavo Petro requiere destrozar nuestras libertades individuales y someter el sistema democrático para llevarlo a un sistema totalitario, no dudara un instante en tratar de hacerlo. Se aliará hasta con el diablo, con los Elenos, las Farc, los comandantes “Mordiscos “y con toda clase de bandas criminales a los que viene alentando de tiempo atrás. A esas amenazas es que debemos conjurar unidos los colombianos.

Muchos amigos del Huila que estamos pensando en el futuro de Colombia y en la defensa de nuestra patria queremos ver un nuevo liderazgo en el pais, el de una persona que, con valentía, coraje y bien argumentado tome las banderas de salvación de nuestra nación. Allí estaremos con esa persona listos para tomar las acciones democráticas a que haya lugar, emprendimiento que nos garantice la libertad y la proclamación de nuestro Estado de Derecho, base fundamental de la Constitución que nos rige. Esta decisión señores, ya no es de un solo partido, es una acción mancomunada de todo un pueblo.