“Las comisiones de la verdad son sólo vendajes para el provecho de los victimarios”
Si la Jep no nos representa pues ilegítima al ser robada la voluntad popular la que dijo NO a los acuerdos de la Habana – Cuba, el 2 de octubre de 2016, la Comisión de Verdad menos nos representa, pues lo primero que sacrifica y que no respeta es LA VERDAD. “De qué sirve una paz donde lo perdonas todo, la justicia es la primera sacrificada y la verdad desechada al olvido” LGCN
De conformidad a su portal en internet la Comisión de la Verdad alega como misión “Somos una Entidad de Estado que busca el esclarecimiento de los patrones y causas explicativas del conflicto armado interno que satisfaga el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad, promueva el reconocimiento de lo sucedido, la convivencia en los territorios y contribuya a sentar las bases para la no repetición, mediante un proceso de participación amplio y plural para la construcción de una paz estable y duradera”
De otro lado, la comisión de la verdad tiene cuatro objetivos, que no cumple, el esclarecimiento de los hechos ocasionados con relación al conflicto armado, pero eso no se hace de manera imparcial, objetiva, ni igualitaria, pues se le da mayor prelación a los crímenes y actos desatados por ex militares y paras.
El reconocimiento de estos delitos y crímenes se decanta que se asume de plano que las Farc asesinó, mató, secuestró, reclutó menores y se pasa la hoja, pero con militares y paras no sólo se busca el reconocimiento, sino que se pretende que ellos asuman la totalidad de la culpa de ser los originadores del conflicto, y pregunto ¿quién fue primero las guerrillas de izquierda o el paramilitarismo.? Siendo una forma para justificar los delitos de la extrema izquierda en este país, con la ironía si tenías que morir con en el monte o carro bombas o pipetas bombas, les tocaba. “Sin independencia, no somos libres, sin imparcialidad no somos justos y sin conciencia la verdad sería una mera palabra sin significado” LGCN
Pretende la convivencia desconociendo la existencia del narcotráfico como nervio de la guerra, omiten la beligerancia y violencia de la sociedad colombiana, que recurre a la agresión para defensa de sus derechos o de las injusticias propinadas por los grupos al margen de la ley y francamente la comisión de la verdad piensa que esto es Irlanda del Norte, Sudáfrica, cuando nos parecemos más al país de cafres que decía Darío Echandía.
Lo peor queda al final, suplican por el esclarecimiento, el reconocimiento, la convivencia sólo para el lado de la derecha o los grupos relacionados, pero no son capaces para exigirle a las FARC, que escuchen o reparen a las víctimas ocasionadas por ellos, como si más de 500.000 colombianos no hubieran muerto por su mano, y no provocaron el desplazamiento de más de 5 millones, sin contar la otra cantidad de crímenes que se pretenden esconder. “La comisión de la verdad, frente al conflicto armado no puede ni esconderse, ni parcializarse, menos mostrar molestia si encuentra la verdad” LGCN
Nosotros los colombianos ya tenemos experiencia con esas comisiones de la verdad de esclarecimiento de los hechos, que sacrifican la verdad o la acomodan por intereses políticos o el famoso sofisma de distracción de la inconveniencia política. “Las comisiones de la verdad son sólo vendajes para el provecho de los victimarios” LGCN. Tal como pasó con la toma de la embajada de República Dominicana en 1980; la toma del Palacio de Justicia y la Tragedia de Armero -Tolima, 1985 y la actual Comisión de la verdad “Las comisiones de la verdad son al final entes políticos que convierten su mayor aliado el tiempo, el desgano de los pueblos y la banalidad de sus gentes para sacrificar lo que dicen más defender, la verdad” LGCN.
Así como conclusión, no esperemos mucha verdad de la Comisión de la Verdad del padre Francisco José de Roux, 1) sólo la verdad que quiere escuchar las Farc, la izquierda y los verdes, para 2) luego con las dos manos sacudiéndose el polvo dirán que los malos fueron los otros y jamás las FARC, ELN, M-19, EPL, siendo la mayor canallada de la historia colombiana, una verdad sesgada, con memoria selectiva y una justicia arrodillada.
De ahí, que como alguien que lucha, defiende y exige justicia, verdad e igualdad no sólo como abogado, sino como ciudadano y colombiano, pronuncio esas palabras que son una de mis mayores banderas, así el dolor aflore en carne viva. “Yo quiero la Verdad, toda la verdad y nada más que la verdad así nos duela” LGCN