De no surtir cualquiera de las siguientes alternativas, el gobierno del presidente Donald Trump tiene toda la capacidad para aplicar la orden Ejecutiva decretada en el 2018
Barranquilla, 16 de noviembre de 2020.- USA está sumida en una corrupción rampante en términos electorales, ante los cuáles el gobierno del presidente Donald Trump se preparó anticipadamente, lo que realmente ha estado ocurriendo en medio del irresponsable comportamiento de los medios de comunicación, proclamando ganador cuando en realidad en cualquier momento puden ser declaradas las elecciones como ilegítimas, ante el fraude electoral denunciado infinitas veces y que además tiene todos sus soportes que serán entregados a los jueces legitimamente constituidos, y no a los medios de comunicación y las redes sociales como pretenden los abusivos empresarios propietarios de los mismos y de la voluntad de la prensa corrupta.
Lo dijo Bannon: el tiempo está a favor de Trump. La bomba de tiempo la tienen los Demócratas.
Aporte de Sammy Landaeta Millán
Si los casos de fraude son suficientes y no están suficientemente resueltos en un mes, Trump va a ser reelecto. El 6 de Diciembre es la fecha límite para que se certifiquen las elecciones de cada Estado. Esto significa, para que la justicia diga “estos son los resultados finales”.
En base a esos resultados, cada Estado asigna Electores para el Colegio Electoral. La última fecha para seleccionar a esos Electores es el 8 de Diciembre.
Si el 6/12 la elección de un Estado no está certificada, la legislatura de dicho Estado puede elegir los Electores a discreción, ya que no hay resultado oficial de la elección para ese Estado.
En 6 de los 7 Estados disputados la legislatura estatal la controlan los Republicanos: Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Arizona, Georgia y Carolina del Norte.
Si no hay resultados finales para el 6/12 a causa de los juicios, esos Estados votarán a Trump en el Colegio Electoral
Otra opción es que estos Estados manden Electores que se abstengan, en representación de la falta de resultados oficiales.
En ese caso, cuando el Colegio Electoral vote el 14 de Diciembre, ninguno de los 2 candidatos llegaría a 270 Votos Electorales.
¿Qué pasa si ni Trump-Pence ni Biden-Harris (ni ninguna otra fórmula) obtiene 270 votos?
Se inicia un proceso llamado “contingent election”, o “elección de contingencia”. El procedimiento está provisto en la 12va enmienda de la Constitución.
Consiste en que la Cámara de Representantes (“House”) elige al presidente, y el Senado al vicepresidente.
Los Senadores tienen 1 voto cada uno, pero los Representantes votan en bloque, por Estado. Es decir, por ejemplo, que California tiene 1 solo voto, al igual que Wyoming.
En este escenario, tanto Trump como Pence serían electos cómodamente. Más aún considerando que este voto lo haría el nuevo Congreso, el que asume en Enero. Esto está estipulado en la 20va enmienda de la Constitución desde 1933.
La última vez que hubo una elección de contingencia para presidente fue en 1824, cuando John Quincy Adams fue electo como el 6to presidente de los EE.UU., derrotando a Andrew Jackson, a William Crawford y a Henry Clay.
Miren cómo se llevó a cabo eso y díganme si no les suena:
El candidato más votado a nivel nacional fue Jackson, con más de 151k votos de un total de ~366k (41.4%). Segundo salió Adams, con 113k votos (30.9%). Tercero Clay con 48k (13.0%) y cuarto Crawford con 41k (11.2%).
Pero en votos electorales, nadie llegó a la mayoría necesaria.
Jackson obtuvo 99, Adams 84, Crawford 41 y Clay 37. Habiendo un total de 261 Electores, nadie llegó a la mayoría necesaria, es decir 131.
No fue así el caso para vicepresidente: John C. Calhoun obtuvo 182 electores, y fue electo vicepresidente, pero sin presidente aún.
Solo los 3 candidatos con más Electores pasan a la elección de contingencia, por lo cual Clay fue descalificado. Clay apoyó luego a Adams (2do en voto popular y Electores).
En la House, los 24 Estados terminaron votando así: 13 por Adams, 7 por Jackson y 4 por Crawford.
De esa manera John Quincy Adams fue electo Presidente.
Anecdóticamente, Jackson derrotaría luego al mismo Adams en 1828, esta vez sin necesidad de una elección de contingencia, con 178 votos electorales contra 83.
Volviendo al presente:
Todos estos escenarios alternativos, que no son deseables por ninguno de los dos bandos ya que reduce la legitimidad del ganador, favorecerían a Trump y a Pence. Como dijo Bannon: los que tienen el tiempo en contra son los Demócratas.