Había olvidado la capacidad del señor Juan Manuel Santos para menospreciar la vida de los integrantes de la fuerza pública y por sacrificar cualquier elemento de honor de nuestras Fuerzas Militares en busca de alcanzar aspectos que solo benefician a su ego, como el reconocimiento internacional, representado en cualquier premio por su búsqueda de la paz, la cual sólo existe en su mente y en la de aquellos que se han beneficiado de los jugosos contratos del cartel de la paz.
Es muy lamentable para el país el espectáculo visto en las últimas semanas donde los narcoterroristas del ELN hacen literalmente lo que se les da la gana: Asesinan integrantes de la fuerza pública, vuelan oleoductos con terribles daños para el medio ambiente, imponen su ley en distintas regiones del país mientras mantienen negociaciones con el gobierno en el Ecuador. Es decir, como lo hicieron las farc mientras dialogaban en La Habana, continúan con su escalada terrorista pero a la vez dicen tener voluntad de paz de la cual se aferra el gobierno del señor Santos para tratar de vender al mundo una paz que en Colombia no existe.
Lo que resulta increíble es que ante tales expresiones de crueldad y violencia el gobierno del señor Santos insista en extender la mano y plantearles, casi rogando, que continúen negociando en Ecuador. El hecho de haber pedido que la comisión negociadora del gobierno se devolviera Bogotá es simplemente una maniobra para los medios, no demora en retomar las negociaciones; los criminales del ELN saben que siempre cede y que no le importa el país sino los titulares de prensa en el extranjero, también saben que a mas crueldad en sus acciones mayores elementos de negociación tienen y que les harán muchas concesiones, tantas o más cómo las entregadas a las FARC.
El señor Santos ha vendido al mundo que logró la paz en Colombia, sin embargo, los hechos de barbarie se repiten en varios lugares del país. Lo único que hizo fue lavar la imagen y la fortuna de las Farc; igualmente premiar sus décadas de barbarie con total impunidad además de curules y muchos beneficios, tristemente todo indica que repetirá la historia con el ELN. Está claro que con él ser pillo paga y muy bien.
EL COLMO 1: Mientras mueren niños por desnutrición en el país, el señor Santos gastará de nuestros impuestos $23 millones para pintar un cuadro con su imagen para la Casa de Nariño. NO HAY DERECHO.
EL COLMO 2: Dice Ñoño Elias que recibió dineros de Odebrecht para apoyar la paz en Colombia. Igual que Santos, la paz justifica todo, hasta violar la ley. NO HAY DERECHO.