Barranquilla, 23 de agosto de 2017.- Durante la plenaria de este martes, el senador Orlando Castañeda dejó constancia sobre el impacto negativo que tendrá la reducción del presupuesto de inversión para las entidades del Icbf y del Instituto Nacional de Cancerología durante el 2018.
Señaló que “el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Instituto Nacional de Cancerología se suman a la lista de entidades que deben ceder en el cumplimiento de sus proyectos, para apoyar las metas que tiene el país en materia de postconflicto, toda vez que mantener el Acuerdo de Paz nos costará a los colombianos alrededor de 129 billones de pesos y aún no sabemos si tendrá efectos positivos en la economía”.
Para el Senador resulta alarmante que el Icbf, como la entidad encargada de proteger a los niños, niñas, adolescentes y familias del país, reciba 14,7 por ciento menos que en el 2017, es decir, alrededor de 1,3 billones de pesos, que se verán representados en la disminución de cobertura del programa de asistencia a la primera infancia a nivel nacional, la disminución del tiempo de atención de la estrategia ‘Mil días para cambiar al mundo’ que atiende a 20 mil menores y a madres gestantes o lactantes en estado de desnutrición, dejaría de atender a 7 mil 200 familias del programa comunidades rurales, y no podrá construir los Centros de Desarrollo Infantil planeados para las ciudades de Medellín y Cúcuta.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Cancerología, el centro especializado en cáncer más importante del país, que atiende a pacientes de todas las regiones y que se destaca por sus aportes en investigación y tratamiento oncológico, tendrá un déficit de 14 mil 241 millones para el 2018, y que por la asignación presupuestal no podrá fortalecer la tecnología biomédica, tendrá que reducir su contribución a la investigación y a la implementación del Plan Decenal de Salud para el control del Cáncer.
Afirmó que “dichas reducciones son un duro golpe a la inversión social del país, específicamente afecta a las familias, niños, niñas, adolescentes y aquellos que padecen cáncer. Por lo cual, hago un llamado de atención a observar las necesidades de la población y a tener en cuenta que los programas y actividades mencionadas se han convertido de una u otra forma en vitales para los colombianos”.