
Valledupar, 19 de octubre de 2025.– Elegir refrigeración para el hogar define consumo eléctrico, orden en la cocina y conservación de los alimentos. Un acierto facilita la vida diaria y evita cambios prematuros. En esta guía repasamos los tipos de neveras más usados en Colombia, y evaluamos en qué casos conviene cada formato según el espacio disponible, la cantidad de personas en casa y los hábitos de uso.
Antes de mirar estilos, confirma si encaja no solo en tu hogar, sino también en los espacios por donde vaya a ser transportada. Por ejemplo, si estás evaluando opciones de nevecón, presta atención al ancho de paso de puertas y ascensores.
Revisa tres variables: litros útiles, ancho/alto/profundidad y consumo anual en kWh. Para una pareja que cocina a diario, 250–300 L suelen rendir; en familias de 4 personas, 350–450 L dan margen; hogares de 5+ personas agradecen 500 L o más. Comprueba además el ruido (dB) si la cocina es abierta al salón.

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Para ordenar opciones, agrupa los tipos de neveras domésticas por el espacio real que tienes: cocina angosta, nicho fijo o área amplia con isla. Deja al menos 3–5 cm de holgura atrás y laterales para ventilación y verifica que la puerta abra sin chocar con paredes o muebles. Si consumes muchas frutas/verduras, prioriza la distribución de cajones y un buen acceso al área de refrigeración.
El diseño cambia la experiencia de uso diaria. Si te gusta cocinar por tandas o compras frescos a menudo, conviene priorizar ergonomía y accesos. Modelos con compresor inverter tienden a estabilizar la temperatura y reducen picos de consumo. Cuando busques gran volumen y dispensadores, explora el segmento
1 puerta
Compacta y práctica para cocinas pequeñas o segundas viviendas. Puede traer un pequeño compartimiento de congelación interno. Conviene si tu compra es frecuente y el almacenamiento a largo plazo no es prioridad. Ventaja: menos consumo y fácil ubicación.
Top mount (congelador arriba)
Formato tradicional y rendidor. El congelador queda al nivel de la vista y la zona de refrigeración abajo. Es una decisión equilibrada si combinas congelados con frescos sin requerir demasiada organización por cajones. Suele ofrecer buena relación capacidad/huella.
Bottom mount / Combi (congelador abajo)
Optimiza el acceso a alimentos frescos, que son los que más abres al día. El congelador queda en cajones, lo que mejora la organización. Recomendable si cocinas a diario y haces compras semanales, porque tendrás verduras, lácteos y sobras a mano sin agacharte constantemente.
Side by Side o nevecones
Puertas verticales enfrentadas: refrigeración a la derecha y congelador a la izquierda en la mayoría de modelos. Aporta gran volumen, buena visibilidad y suele integrar dispensador de agua/hielo. Exige mayor ancho disponible y verificación de la toma de agua si incluye fabricador de hielo.
French door
Dos puertas superiores para refrigeración y cajón(es) de congelador inferior. Permite abrir sólo la mitad y reduce pérdida de frío. Ideal para familias de 4+ personas que necesitan bandejas anchas para fuentes, envases altos y organización flexible.
Minibar
Pensado para habitaciones, oficinas o departamentos tipo estudio. Brinda lo esencial para bebidas y snacks. También funciona como refuerzo junto a una nevera principal cuando se organizan reuniones frecuentes.
Al evaluar tipos de neveras y sus funciones, prioriza cómo controlan la temperatura y la humedad. No Frost evita escarcha y facilita el mantenimiento; el sistema cíclico puede ser suficiente en climas templados y usos esporádicos. El compresor inverter ajusta su velocidad para estabilizar el frío y moderar el consumo.

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Observa el flujo de aire y los sensores de temperatura. Modelos con multi-air flow reparten mejor el frío entre baldas y cajones. Si la cocina es abierta, valora dB bajos. Si necesitas agua fría y hielo, verifica compatibilidad con filtros, mantenimiento y ubicación de la toma de agua. Para quienes almacenan carnes y lácteos con cuidado, busca cajones con control de humedad y zonas 0–3 °C.
Cuando compares clases o tipos de neveras por etiqueta energética, recuerda que el valor importante es el consumo anual en kWh frente a tu tarifa eléctrica y uso real. En hogares con apertura constante de puertas, sensores y buen sellado de gomas marcan diferencia.
Sin importar las clases o tipos de neveras, una elección informada empieza por medir bien y evaluar consumo, ruido y organización interna.
Un cambio de nevera impacta la rutina y la factura de energía. Define primero el espacio, luego la capacidad y, por último, el formato que mejor acompaña tu forma de cocinar.
Si en tu casa conviven distintas necesidades —almacenamiento de frescos, congelados listos y bebidas—, revisa los tipos de neveras disponibles con criterio, combina prestaciones y elige un modelo con la distribución que te hace la vida más simple.