El gran desafío de las democracias, es que los valores éticos y morales los altera el poder del dinero que no solo destruye la unidad familiar, sino que prostituye la inocencia y promueve el sentido de la avaricia para vivir en un mundo de abalorios, sin valores ni principios. Por ello, estamos como estamos, porque de un país coquero como el nuestro, no se puede esperar otra cosa de mentes corruptas todo terreno. “Sengove”.
Permítaseme apreciados lectores hacer una metáfora con alcances de fábula, para definir y retratar el proceder de algunos congresistas de Colombia, el que hoy, ante las habilidades del lobo pollero mayor, y de la metamorfosis del camaleón que se camufla en todos los colores, y del que rige los destinos nacionales, hoy asaltantes del “templo” legislador del país, replica moderada del asalto al palacio de justicia, pero sin la quema de humanos, ni de las balas perdidas, ha vuelto al escenario para hacer sensacionalismo y destreza política, otrora estremeció las fibras del país, y denigró la majestad de la justicia.
La catedral de los legisladores, hoy, más parece un gallinero de aves ponedoras y de engorde que un selecto conglomerado de ciudadanos pensantes, honestos y virtuosos, que son elegidos por el pueblo para que defiendan sus intereses, no para que negocien, ni vulneren sus derechos. Hay excepciones, se aplican “términos y condiciones”.
Por ello, les he llamado: Del pacto de la picota, al pacto de los pio píos, porque sus madres son unas gallinas de variados plumajes tornasolados, otros sólidos. Bien robustas están las gallinas porque están alimentadas con los nutrientes del erario público que hacen un potencial nada menos que de 35 millones de calorías mensuales, sin contar la mermelada adicional, que también es calorías. Hoy algunos, se dan el lujo de regentar los partidos tradicionales, incluyendo la herradura de la bestia, para traicionar el país, detrás de bambalinas.
Es tal la ordinariez, y la falta de casta doctrinaria de los claudicadores que después de haberles dicho a sus polluelos, que no apoyaban la reforma a la salud, al parecer les salió el efecto dominó de las hormonas femeninas que se alborotan, ante la jugosa oferta, por lo que les se les aceleró no solo el crecimiento, sino la ambición para el engorde, y también para el agache de la postura, pues comiendo millones de calorías en billetes, es un gran negocio venderle el alma al diablo y de ñapa, son capaces de encimarle hasta la madre para no perder la jugosa oferta.
Dicen que anoche las gallinetas madres que representan a los clanes tradicionales se hicieron las dormidas para no aparecer como cohonestadoras de la traición, pero seguro que recibirán por debajo de cuerda, sendas bolsas de basura repletas de vitaminas que entregan y reciben en la oscuridad, que es luz para ese tipo de transacciones. No se descarta que pluma blanca les ponga conejo. Ellas han dejado a sus pollitos para que disfruten del entusiasmo ante el sabroso maíz untado de mermelada para que, de esa manera abandonen las alas maternas, calientes que ofrece el tierno plumaje, aunque por el cuerpo les corra mucho frio de ese susto que genera, el que peca por la paga y paga por la peca. Pero aun así, prefieren cantar: Los pollitos dicen, pio, pio pio, cuando tienen hambre, cunado tienen frio. La gallina busca el maíz y el trigo, les da la comida, les da abrigo y lo que sobre… para los alegres del corrupto trio.
Por ello al resucitar, lo que yacían por muerto, el lobo reptil pollero, le sacó el corcho a la botella de tempranillo para que derrame el vino como homenaje a la traición, no por el honoris causa, o, como doctor en las ciencias del caos y la quiebra, no, sino por la proeza realizada de asaltar los sueños del Congreso, en las penumbras de la noche, para entrar por los recovecos del parlamento, como lo hacen las ratas para robarse los huevos, y mientras, los lobos polleros, asaltan al dormido gallinero del Congreso para poder radicar la venenosa reforma a la salud y mamarse a todos los colombianos, como dicen por allá en la costa: parao.
Yo les regalo a los voltearepas, y sus celestinas alcahuetas, un pequeño aporte del Quijote y Sancho Panza, a quien le hacia una reflexión de honradez y honor. “El concepto bueno, que la gente tenga de ti, sancho, es lo que te produce plata inmaculada, es decir, no pringada de corrupción”. Señores vendidos, o próximos a venderse, estas palabras, yo sé que no les llega, ni les sirve a ustedes, porque, incluyendo a la pluma blanca, de todos modos, representan la escoria del país. Ojalá el pueblo los identifique, para que no los reelija, por pringados de corrupción. ¡Malditos sean!
Toronto Canadá.
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