Este fue otro de los ofrecimientos que hizo Gustavo Petro durante su campaña, y que igual al de la Reforma Agraria no ha cumplido.
Recientemente el senador Miguel Uribe Turbay en una tutela impuesta contra el director de la ANT, Felipe Harman, con la que logro desmentir al director de la ANT el juzgado que se ocupó de resolverla le dio la razón al joven parlamentario, por cuanto el director de la Agencia mintió al aseverar que su entidad había adquirido 220.000 hectáreas de tierra para los campesinos, cuando la verdad, y así lo corroboro el juez de la defensa, el gobierno solamente ha comprado 153 predios con una cabida de 52.909 hectáreas. Así ha sido todo en este gobierno ideologizado, que ha gastado muchísimo dinero en propaganda oficial para divulgar mentiras.
En materia de Infraestructura vial rural, o como lo definió el propio gobierno “Caminos Comunitarios de la Paz”, pasa algo peor.
El programa fue lanzado en 2022 desde la inspección de San Luis en Neiva, otorgando una partida de $10.000 millones de pesos para la rehabilitación de 36 kilómetros de carretera, contados a partir del corregimiento Sanluiseño hasta Palermo, con el que supuestamente beneficiarían a 36.000 habitantes de la región. El costo por cada kilómetro de vía fue de $277 millones de pesos.
A nivel nacional el gobierno proyecto una inversión e $8 BILLONES de pesos para mejorar, en los cuatro años 33.102 kilómetros de caminos, incluyendo lo que ellos llaman “caminos ancestrales”, que son los mismos caminos de herradura.
Eso me hizo recordar que a mí me correspondió, como jefe del Distrito Once de carreteras del Ministerio de Obras públicas en 1975, hacer el mantenimiento de los caminos de herradura de la época, el sendero Santa Elena – Motilón – Balsilla, y otro camino que iba hacia el Nevado del Huila. ¿Cuál era la maquinaria que usábamos en esas trochas?, pues, ¡picas, palas, carretillas y mulas de carga!, ya que los obreros que se encargaban de su conservación necesitaban cargar sus herramientas en mulas. Cuando llegue a la dirección y los visite me di cuenta que las “bestias mulares” estaban muy enfermas y viejas, y que era necesario reponerlas. Entonces, le envié al ministro de obras un “Minograma” solicitándole la autorización para comprar 25 mulas. El secretario del ministro que no conocía del asunto me llamo muy preocupado, y me dijo: “Julio, ¿Ud. fue que se enloqueció? Como cree que el ministro lo vaya a autorizar a comprar 25 “tractomulas”. A mí me dio risa y le explique que clase de mulas eran las que necesitaban esos caminos. La respuesta del secretario general lo que demostró fue la desconexión absoluta que siempre ha existido entre el poder central y las regiones.
El año pasado el gobierno suscribió 1.035 convenios por valor de $233.000 millones de pesos, y apenas logaron terminar 650 convenios. Sin embargo, el alcance que espera cubrir el gobierno durante la administración es de 1,585 kilómetros de caminos rurales. En 2.024 se firmaron 1.039 nuevos convenios con comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, con una inversión $102.000 millones de pesos para el mejoramiento de 96 kilómetros de vías vecinales. Lo que quiere decir que cada kilómetro de mantenimiento en esos convenios costara la suma de $1.062,5 millones de pesos/ por cada kilómetro. Una diferencia abismal entre los $277 millones de pesos/Km para el Huila, y los $1.062,5millones de pesos/Km para otras regiones.
El desorden técnico y administrativo en ese programa ha sido colosal.
Finalmente, el programa de Gustavo Petro solo alcanzara a cubrir el 1% de toda la malla vial que es de 142.284 kilómetros. Otro fiasco y otro engaño oficial.