En ese orden de ideas, el presidente Petro debe renunciar. Su honestidad ha quedado bajo sospecha. De lo contrario, Gustavo Petro está en la obligación de darle una explicación al país sobre las gravísimas acusaciones que le ha formulado su exembajador en Venezuela Armando Benedetti.
Los audios que publico la revista Semana sobre el ingreso de $15.000 millones de pesos a su campaña en la Costa Norte del país requieren una exacta explicación de parte del presidente Petro.
Las acusaciones veladas sobre el consumo de cocaína de Benedetti y del presidente Petro, de ser ciertas, colocan a Petro en una causal de indignidad para ejercer el cargo y en una posición indefendible.
El origen del dinero que dice Laura Saravia que le fue robado también necesita de una veraz declaración de la exfuncionaria.
Los madrazos proferidos por el señor Benedetti en contra de la figura presidencial deben tener una sanción ejemplar.
De no hacerlo, el señor presidente con su silencio estaría avalando esos insultos.
Nunca, ni en los peores momentos de nuestra frágil democracia se han conocido tan burdas declaraciones de un subalterno contra la majestad de un presidente de la república.
El país ha sido deshonrado ante el mundo entero. Vergonzosamente, no hay manera de reparar, por el momento el daño que se le ha causado a la Patria.
El silencio de los cómplices agrava aún más el escándalo. El Elefante de Samper ha sido superado por el Mamut de Petro.
Desde un principio lo dijimos. Gustavo Petro se sintió atrapado por su incompetencia y se rodeo de los mas traidores y los mas corruptos. Roy Barreras y Armando Benedetti. Por lo que se deduce que Petro no estaba preparado para ser presidente de Colombia.
LO bueno de su primer Gabinete lo saco de un solo plumazo, caso de Alejandro Gaviria exministro de Salud, José Antonio Ocampo y Cecilia López.
El prefirió quedarse con Irene Vélez la nula ministra de Minas, de la exministra Corcho, y de otro grupo de ignorantes, es el ejemplo de la vicepresidenta abusiva Francia Márquez y el de Danilo Rueda consejero para su inconveniente proyecto de la Paz Total, en el entendido de que Rueda es un súbdito de Gabino y sus muchachos.
Lo que ha sucedido nos invita a valorar el momento, para propiciar la unión de todos los grupos y partidos en oposición para encontrar similitudes que facilite el agruparnos para derrotar contundentemente al Pacto Histórico y darle tranquilidad a la ciudadanía.