Barranquilla, 13 de septiembre de 2017.- En Washington, este martes, William R. Brownfield, el Secretario Adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, ante el Congreso de los Estados Unidos, en declaraciones en el Comité Senatorial de Control Internacional de Narcóticos la importancia ahora más que nunca de la implementación de un plan antinarcóticos efectivo para Colombia, expresó que hay una oportunidad muy limitada para revertir las recientes tendencias preocupantes de narcóticos que amenazan la seguridad y la salud de los ciudadanos en los Estados Unidos, así como en Colombia y en el resto del hemisferio occidental.
Denunció William Brownfield, que después de años de progreso en la lucha contra el cultivo de coca y la producción de cocaína, Colombia es una vez más el mayor productor mundial de cocaína y el origen de aproximadamente el 92 por ciento de la cocaína incautada en los Estados Unidos. Entre 2013 y 2016, el cultivo de coca en Colombia aumentó en más del 130 por ciento, de 80.500 hectáreas en 2013 a 188.000 hectáreas en 2016. Quizás más preocupante, la producción de cocaína potencial puro aumentó más de 200 por ciento en el mismo período, de 235 métricas toneladas en 2013 a 710 toneladas métricas en 2016. El uso de cocaína y las muertes por sobredosis en los Estados Unidos están en aumento. Luego de una gran disminución de las muertes relacionadas con la cocaína en los Estados Unidos desde 2006, la cifra ha aumentado constantemente desde 2012, llegando a 6.784 muertes relacionadas con la cocaína en 2015.
Estados Unidos responsabiliza del aumento a la decisión de Colombia de poner fin, en 2015, al programa de erradicación de la coca aérea apoyado por Estados Unidos, así como las técnicas de contra-erradicación implementadas por los cocaleros. Un informe generalizado indica que los líderes de las FARC instaron a los cocaleros a plantar más coca, supuestamente motivados por la creencia de que la inversión del gobierno colombiano a raíz de su acuerdo con las FARC y subsidios se concentraría en las regiones con mayor cantidad de cultivos ilícitos. El gobierno colombiano también redujo las operaciones forzadas de erradicación manual en áreas controladas por las FARC, el principal facilitador de la actual situación de narcóticos en Colombia, para reducir el riesgo de conflicto armado.
Añadió que previó a a la cesación oficial del programa de erradicación aérea en septiembre de 2015, Santos, anunció una estrategia antinarcóticos ajustadas a los acuerdos con las FARC.
Estados Unidos no apoya la erradicación voluntaria y sustitución de cultivos porque las FARC están involucradas y sigue siendo una Organización Terrorista Extranjera bajo varias leyes y regímenes de sanciones estadounidenses. Plan de sustitución de cultivos que no ha tenido ningún impacto en la tendencia actual de cultivo. A lo que el presidente Santos y el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas deben implementar una robusta erradicación forzada para 2018 para revertir la tendencia actual, expresó Brownfield.
Además de la erradicación y los esfuerzos de sustitución de cultivos, Brownfield, afirmó que el Gobierno de los Estados Unidos, ha pedido preservar el uso de la extradición como instrumento de aplicación de la ley. Que Colombia que garanticen que los narcotraficantes no usen fraudulentamente las medidas de transición del acuerdo de paz para evitar la extradición.
Advierte finalmente el alto funcionario que la lucha contra las drogas pondrá en peligro los logros obtenidos en el Plan Colombia, además de que los grupos criminales envalentonados y los enormes ingresos ilícitos erosionarán la seguridad ciudadana, aumentarán la corrupción en las próximas elecciones 2018 y 2019, fomentarán la inmigración ilegal y desestabilizarán a los vecinos y Colombia. Revertir la tendencia actual no será fácil ni rápido, pero estamos seguros de que puede ser implementado con una estrategia sólida y suficientes recursos.