Tal como expliqué el jueves pasado en un conocido programa de televisión peruano, el fraude que orquestó el Foro de Sao Paulo en el Perú tiene tres componentes:
El primero, de tipo técnico, consiste en tergiversar la voluntad de los electores, trampeando el conteo en las mesas, particularmente en aquellos centros de votación donde no hay testigos del partido de Keiko Fujimori, Fuerza Popular. En otros casos son más escandalosos, como por ejemplo los militantes del partido de Pedro Castillo, Perú Libre, quienes fueron descubiertos en flagrancia con centenares de cédulas. Y también consiste en impugnar actas favorables a Keiko Fujimori, sin que éstas tengan irregularidades, solo para que sean retiradas del conteo general.
El segundo, es de tipo político y mediático, el cual consiste en que todos los integrantes del Foro de Sao Paulo, de manera coordinada, declaran a Pedro Castillo como ganador de las elecciones sin haber sido proclamado. De esta forma, crean la sensación de que su triunfo es irreversible, aunque los resultados luego de revisar todas las irregularidades indiquen lo contrario. Comenzó el presidente de Argentina, Alberto Fernández; luego siguieron los presidentes de Bolivia y de Nicaragua, Luis Arce y Daniel Ortega; y finalmente se pronunciaron los expresidentes Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, así como el partido español Podemos y la propia página electrónica del Foro de Sao Paulo.
Y el tercero, basado en el chantaje, mediante el cual el partido comunista Perú Libre amenaza con llevar a cabo movilizaciones populares para garantizar que Castillo sea reconocido. Como es sabido –y como los estamos experimentando los colombianos– estas protestas son vandálicas y están dirigidas por guerrilleros urbanos. Por otra parte, la orden de un fiscal de encarcelar a Keiko Fujimori en medio de conteo de los votos es una forma evidente de chantaje; se pretende que Keiko reconozca su derrota, so pena de ser detenida. Y adicionalmente, la decisión de suspender la inhabilitación de Vladimir Cerrón por parte de un juez de Huancavelica es una manera de hacerle ver al pueblo peruano que Castillo ya ganó y que deben abstenerse de defender los votos.
Respecto al equipo itinerante del Foro de Sao Paulo que viaja de país en país para favorecer mediante el fraude a sus candidatos –lo cual denuncié en un escrito anterior– quisiera plantear lo siguiente: Las técnicas modernas de fraude electoral fueron desarrolladas en Venezuela, durante los gobiernos de Chávez y de Maduro, con la asesoría de los cubanos. Una prueba de que existe un equipo itinerante del Foro de Sao Paulo para cometer fraude en otras naciones, es lo ocurrido en Bolivia durante las elecciones de octubre de 2019. En esa oportunidad, los observadores de la OEA detectaron mesas en las que las firmas del acta original no correspondían con las firmas de las copias y en las que Morales sumaba más del 100% de los votos, tal como ocurre en Venezuela y tal como se está desarrollando actualmente en el Perú. Según un reportaje publicado en el diario ABC de Madrid, el fraude perpetrado por Evo Morales fue orquestado en Cuba y en Venezuela. Este equipo también incluye al “Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica”, CEELA.
Al cierre de esta columna, leo un mensaje del líder cocalero Evo Morales en su cuenta de Twitter, mediante el cual amenaza al pueblo peruano con desatar la violencia si no proclaman ganador a Pedro Castillo. Esto viene a confirmar mis denuncias sobre el fraude que el Foro de Sao Paulo orquesta en el Perú. Espero que los peruanos no se dejen presionar por declaraciones, ni por chantajes de nadie; y que no se proclame al ganador hasta tanto no se haya analizado hasta la última acta.