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Barranquilla, 3 de septiembre de 2017.- El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a raíz de la grave situación causada por el huracán Harvey con una tormenta de categoría 4 cerca de Rockport, Texas, en la tarde del 25 de agosto de 2017. Posteriormente la tormenta devastó comunidades en Texas y Louisiana, resultando alrededor de 50 personas fallecidas, y una cantidad innumerable de heridos, destruyendo además, por completo y otras parcialmente decenas de miles de viviendas, y causando miles de millones de dólares en daños, dijo el mandatario, por lo que toda la nación unida se lamenta por lo ocurrido en Texas y Luisiana. Agradeció profundamente a quienes con su servicio han ayudado, además de la oración por la sanidad y la comodidad para quienes hoy lo necesitan dijo Trump.

Recordó que los Estados Unidos siempre ha sido una nación solidaria, y siempre han acudido en ayuda de sus compatriotas, al amigo, el vecino, el extranjero que ayuda a extraños.

Añadió que desde el comienzo de la creación de los Estados Unidos como Nación, los estadounidenses se han unido en oración durante tiempos de gran necesidad, para pedir las bendiciones y la guía de Dios. 

Esta tradición data del 12 de junio de 1775, cuando el Congreso Continental proclamó un día de oración después de las Batallas de Lexington y Concord, y el 30 de abril de 1789, cuando el Presidente George Washington, durante la primera toma de posesión presidencial, pidió la protección y el favor de Dios.

Contó además casos que reflejan esa solidaridad con lo ocurrido en Texas y Luisiana, el espíritu americano de servicio encarnado por innumerables hombres y mujeres. Rescatistas, gentes de primeros auxilios que han rescatado los vehículos que se hunden con el aumento de agua. Las organizaciones religiosas se han organizado y con esfuerzo ayudan a limpiar en las comunidades y a reparar las casas destruidas. Individuos de todos los antecedentes están luchando por el mismo objetivo – para ayudar y consolar a las personas que enfrentan pérdidas devastadoras”, expresó Donald Trump. Y enfatizó, que “como estadounidenses, sabemos que ningún desafío es demasiado grande para superar”, expresó durante su intervención el presidente de los Estados Unidos.

Adicionalmente señaló que a medida que la respuesta y los esfuerzos de recuperación continúan, los estadounidenses proporcionan un alivio a la gente de Texas y Luisiana, actitud que le recordó a Trump, la promesa de la Escritura de que “Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda muy presente en problemas”. Afirmó que tanto Melania como él están agradecidos por el tiempo dedicado y el esfuerzo y los recursos aportados como respuesta para la recuperación y los esfuerzos de reconstrucción. Invitó a todos los estadounidenses a unirse a ellos mientras continúan orando por aquellos que han perdido familiares o amigos, y por aquellos que están sufriendo en este tiempo de crisis.

“Por lo tanto, yo, Donald J. Trump, Presidente de los Estados Unidos de América, por este medio proclamo el 3 de septiembre de 2017 como Día Nacional de Oración por las Víctimas del Huracán Harvey y por nuestros esfuerzos nacionales de Respuesta y Recuperación. Damos gracias por la generosidad y la bondad de todos aquellos que han respondido a las necesidades de sus compatriotas estadounidenses. Insto a los estadounidenses de todas las religiones y tradiciones religiosas y orígenes a ofrecer oraciones hoy por todos los damnificados por el huracán Harvey, incluyendo a las personas que han perdido miembros de la familia o heridos, los que han perdido casas u otros bienes y nuestros primeros socorristas, oficiales, personal militar y profesionales médicos que dirigen los esfuerzos de respuesta y recuperación. Cada uno de nosotros, a nuestra manera, puede invocar a nuestro Dios para que nos de fortaleza y nos reconforte durante estos días tan difíciles”, dijo leyendo el documento.

Trump firmó el decreto acompañado de varios líderes religiosos de varias denominaciones, entre ellos el pastor Mullin, Jeffress, Redd, el Vicepresidente y todo su equipo, FEMA, quien está desplegando todos los recursos del gobierno para ayudar a los afectados. Los bautistas del sur y evangélicos y personas de todas las creencias y aún los que no tienen fe, están ayudándose unos a otros, afirmó el mandatario estadounidense.

Este jueves nuevamente luego de la lectura de este decreto, en la Oficina Oval agradeció a todos y cada de quienes están colaborando para sacar adelante las actividades de ayuda en ese sector de Texas y Luisiana.

Por su parte el pastor Jackson agradeció que se haya decretado el Día de Oración y el haber pedido al país volverse a Dios, para orar, lo que calificó como algo extraordinario que en estos tiempos es casi imposible creer que un Presidente lo haga. Recordó que George Washington fue el primero en hacerlo.

Agregó que muchos estadounidenses pueden haber olvidado que el país fue construido sobre una idea moral. El segundo párrafo de la Declaración de Independencia o Constitución de los Estados Unidos, señala: “Todos los hombres son creados iguales, dotados por su Creador -es decir, Dios- con derechos inalienables, entre ellos el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de felicidad”.

“Eso es lo que hace que esta sea una Nación Grande”, y le agradecieron por reconocer y que haya emitido la proclamación, porque en última instancia, es Dios quien es la fuente de la unidad como estadounidenses, señalaron.

No obstante la satisfacción de gran parte de la población, hay quienes critican a Donald Trump, y señalan que hace de Jefe consolador. Sin embargo la misma gente de Texas afirma, que “En Texas la mayoría votaron por Trump”. “Y Texanos prefieren al huracán Harvey, antes que a la izquierda traidora de Hillary y Obama”