COLUMNISTAS

Respeto mucho la trayectoria política de los miembros de la reserva que se han lanzado a conseguir cargos en estas elecciones regionales, manteniendo su independencia y sin hacer alianzas con los políticos tradicionales.

A todos los admiro y aprecio mucho.

Por otro lado, discrepo mucho  con los que lo están haciendo a través de alianzas y avales.

La razón es la siguiente:

Colombia escogió a Petro por su desencanto con la clase política tradicional.

Petro hizo alianzas con la clase política tradicional y traicionó a su electorado.

En Colombia, los apáticos y los abstencionistas suman más que los que votan.

Esos apáticos y abstencionistas no creen ni en la clase política tradicional, ni en el “cambio” prometido por Petro.

Hoy, muchos de los que votaron por Petro, están desencantados con su gobierno.

En resumen, como nunca en la historia de Colombia, están dadas las perfectas condiciones para que nazca un Partido Nuevo y Limpio.

Si el Partido Nuevo y Limpio no se contamina con la política tradicional ni con Petro, puede derrotar con los votos de la reserva, la sociedad civil patriótica, los apáticos y los abstencionistas a los clanes políticos que han dominado las votaciones, precisamente por la ausencia de las reservas, la sociedad civil patriótica, los apáticos y los abstencionistas a la hora de votar.

Si desaprovechamos esta oportunidad y nos dejamos contaminar, creo que será un error histórico que nuestros descendientes nos reclamarán pues desperdiciamos la mejor oportunidad que tuvo nuestra patria para recomponer el rumbo.

El proyecto del Partido Nuevo y Limpio no es para las elecciones regionales, ya no tenemos tiempo.

Pero, si los veteranos hacen alianzas con los políticos tradicionales ahora para las regionales, ya estaremos contaminados para el 2026 y será muy difícil recuperar la credibilidad de todos esos reservistas, sociedad civil patriótica, apáticos y abstencionistas con los que, con absoluta seguridad ganaremos esas elecciones.

Ya alguien me reclamo por usar esta frase, pero no la uso en forma ofensiva sino para graficar perfectamente qué es lo que no debemos hacer.

El punto no es cambiar de collar, el punto es dejar de ser perro.

Nada haremos con todo este movimiento que hemos creado si después entregamos nuestras banderas a los mismos que durante 200 años de vida republicana no han hecho otra cosa que mantenernos entretenidos matándonos entre nosotros para ellos poder seguir robándose el presupuesto que si no se lo robaran, viviríamos en tal estado de bienestar, que jamás tendríamos que matarnos entre nosotros.

Las alianzas hoy con los políticos tradicionales nos pueden hacer mucho daño para el 2026.

Cada aval y cada alianza será cobrada por la “caterva de descastados”.

Ellos nada hacen gratis.

Para su gentil reflexión y acción.