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El mercadeo de las drogas para la salud. ¿Verdad o mentira? Por: Senén González Vélez

Apreciados lectores: Por simple curiosidad, de la que no oculto mi interés por el deseo de estar más tiempo en este bello mundo, y gozar de lo fantástico que nos ofrece el pensamiento, y la naturaleza, para tratar de vivir lo mejor posible, con una mejor salud, me ha obligado a leer todo lo que ofrecen los laboratorios tanto de medicinas, como de productos vitamínicos y otros para la limpieza del organismo, para bienestar integral. Las ofertas llueven por Facebook, como en cosecha de ciruela o mango maduro caídos al suelo y no se sabe cuál esta mejor.  Pero, me desespera muchísimo, la inmensa carretilla de cosas que se dicen, que parece una novela en suspenso, para llegar al frasco, de 130 mil pesos, si llevo uno, pero si compro tres me cuestan 300.  Y… a renglón seguido, el testimonio de toda una serie de extras como de película, en las que confirman la bondad del producto. A los extras siempre les pagan en los programas de Tv, o cine.  He aquí unas de esos testimonios que parecen preparados previamente como el abogado litigante, que antes del juicio le dice a su cliente lo que debe o no debe decir. Muchas veces el testigo pagado, como el extra, no tiene idea por donde va la causa o el cauce del agua.

Inicio por el testimonio de una Mujer para ponderar el producto: desde que tomé la medicina, soy otra. Me siento con más vigor, y ya el trato que le doy a mi esposo, es más sensato, más respetuoso, más amoroso, porque los nervios me sacaban de quicio, y me sentía demolida, y gracias al potasio que me faltaba, el magnesio y al purgante, de nombre LIMPIASOL, para las lombrices, ha permitido que mejore mi sistema digestivo y me han quitado el tic nervioso que tenía en la lengua, y en el ojo. Ya no abuso del chisme, ni dela calumnia. Otro testimonio. Este el de un hombre y dice: Que producto milagroso. Lo recomiendo. Ya duermo tranquilo, no tengo preocupaciones, toda esta bendición la tengo, desde que comencé a tomar el producto, complejo de vitaminas, fosforo, pues vivo tranquilo, todo me resbala y me siento como el viento, libre con una actividad de un joven, cuando yo ahora tengo sesenta años. Testimonio de la esposa: Las pastillas naturales de nombre: PARASOL, restablecieron mi relación matrimonial. Desde que mi esposo comenzó a tomárselas, no solo es un caballo padrote árabe   en el corral de cuatro por cuatro, sino que es   como una plomada de nivel, que, para verticalmente, hasta el tráfico. No para de hablar, no para de reír, no para de orinar, y de aquello, guao… ni se diga, pasa todo el día parado frente a la caja mortuoria, para ver cuando se para el muerto. Que pastilla milagrosa, esta no es la azul, no, esta es de color café, a base de cafeína y borojó y fósforo.

¿Cuál es mi inquietud? Pues simplemente, que yo veo personas, hombres y mujeres jóvenes y adultos mayores vestidos de médicos. Entonces me pregunto: ¿Será esto una forma comercial para hacer el mercadeo de un producto como verdad comprobada, o es simple MARKETING impresionantico?  Otra pregunta: ¿Sí, son médicos los que aparecen ahí?  ¿O… son presentadores de Tv, que les encaraman la bata blanca y el gorrito, para darle solemnidad a la oferta de las drogas y las ventas?

Pastillas para disfunción eréctil. Con todo lo que sobre el tema se dice, solo falta que promocionen las caucheras de orqueta, como un dispositivo para sostener. Las presenta una mujer, y las promociona de tal manera, como si tuviera sal y limón entre los labios, y cebolla cerca de los ojos, porque presenta el producto con tanto placer, que se queda el remedio en segundo plano, y ella es la que se convierte en la promotora de la función eréctil. O… como me decía un gran amigo ayer al enterarse del fallecimiento de una actriz de cine, símbolo de sensualidad y belleza.  Amigo Senén, ha muerto quien otrora, en mi niñez, sirvió para las más dulces fantaseas. Carajo, el secreto está en la joven, no en la pastilla. Cuando la materia no vende, no hay pastilla que sirva.  Apenas pasas la página, se olvida el producto y el nombre. De otra parte, he leído muchas veces, que así como existe el estado profundo en los gobiernos, existen los laboratorios en ese mismo norte, es decir, como no les conviene el efecto positivo y la bondad de una droga y menos su poder curativo, prefieren las que producen contentillo, es decir, las que mejoran, pero no curan. Concluyo diciendo, que todo este ordenamiento mundial, se centra, ahora con más vigor, en lo inhumano, que lo humano, por eso, NO CREO en comunismo. NO CREO, en políticas de ninguna clase, todo es falso. La palabra CREER la han degenerado tanto, que les confieso a mis lectores: QUE YA NUNCA DIGO: Creo en Dios, solo digo pienso permanentemente en Él. Creer materializa. El pensamiento en cambio, es eterno y trasciende y supera las creencias.

Otro golpe a la mentira:

Los alemanes, descubren, que el COVID 19, no es un virus, sino una bacteria que se cura con antibióticos, y con productos que eviten que la sangre se coagule, e impida los trombos. Entonces esos chinos ala, santitas de índole, sabían el mal, pero les interesaba bajar la población para crear el caos mundial, para competir con sus armas innobles, y como potencia agresiva y no como constructiva, y los mamertos del tercer mundo, se aliaron al crimen. ¿A cuántos de los líderes comunistas, les dio COVID19? Hagan el ejercicio y cuéntenlos.

En cambio, le dio al ministro Carlos Holmes Trujillo, que era el visible candidato que derrotaría a Petro inicialmente, pues lo saco el COVID de la competencia, y murió. ¿Porque no le dio a Petro? Simplemente porque estaban protegidos con la medicina especial, que hace poco descubren los alemanes. Se revivió en el 2020, a Sax Rhomner cuando hizo la película del chino FUMANCHU, el villano que odiaba la civilización. 1913.

Toronto Canadá. Enero 18 miércoles, del 2023.

senengonzalezvelez@hotmail.com

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