Barranquilla, 16 de junio de 2017.- 75 millones de pesos habrían sido recibidos en la campaña de Juan Manuel Santos a la Presidencia 2010, así lo dijo el periódico El Mundo, de España en su edición de este viernes, y como habría recibido estos dineros. Afirma que para llevar a cabo estas operaciones, la persona clave para fue Ramón Navarro es gerente general de la empresa Triple A durante 12 años.
En su edición de este viernes diario El Mundo de España igualmente revela detalles de acuerdo con las investigaciones que se adelantan por la corrupción en la estatal Canal Isabel II, que es propietaria de la empresa Triple A, a través de filial INASSA que ex directivos confesaron que se pagaron en el año 2010 un total de $75 millones para la campaña Santos Presidente 2010”. Al igual que desviaron fondos a la campaña del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, para ello inflaron contratos.
El rotativo español revela además que por lo menos tres altos cargos que el dinero provenía de contratos amañados de su filial en Colombia, Triple A. Igualmente afirma El Mundo según revelaciones de empleados y directivos del Canal Isabel II, que la campaña Alejandro Char, para la alcaldía de Barranquilla también recibió a financiación. Al igual que afirma un testigo al diario español que “entre julio y noviembre o diciembre de 2015, estando en elecciones para alcaldes y gobernadores, se hicieron los movimientos de dinero más evidentes”.
Así mismo señala El Mundo que Ignacio González; ex presidente de la Comunidad de Madrid, el ex presidente del Canal en Latinoamérica, Edmundo Rodríguez, y el ex gerente Ildefonso de Miguel, se reunieron en Cartagena con Alejandro Char, en un viaje que este hizo a Cartagena en el año 2009 donde fueron espiados.
Ignacio González, es otro de los imputados, en el caso que en España se denomina Lezo y en Colombia la Fiscalía lo ha llamado. “Fue el propio De Miguel quien reconoció esa reunión el año pasado en la Asamblea de Madrid”, afirma textualmente.
Recordemos que el escándalo desatado durante estos últimos días, en que las fiscalías anticorrupción de España y Colombia han estado trabajando coordinadamente de acuerdo al convenio firmado entre los dos países, donde la semana pasada, se hicieron registros en Inassa en Barranquilla, al igual que se han practicado registros en las oficinas de Triple A y en varios domicilios, entre ellos el de Edmundo Rodríguez, donde se hallaron 280.000 euros escondidos en su habitación.
Cabe destacar que las donaciones según la lista de donantes en la campaña del presidente Santos de 2010 incluye a los tres altos cargos de Triple A, antes dicho, en los que por lo menos dos, Julia Serrano y Cecilia Donado, ascendieron y actualmente ocupan cargos más altos. Cada uno donó 25 millones de pesos, más del triple del sueldo que devengan. Recordemos ademas que Cecilia Donado fue funcionaria del Gobierno Santos.
Ramón Navarro precisamente fue destituido de Triple A, el año pasado tras aparecer en los papeles de Panamá como propietario junto a su mujer de una sociedad opaca en las Islas Vírgenes.
«En esa campaña de Santos de 2010 los pagos se fraccionaron. Triple A pagó alrededor de 150 millones de pesos, pero se dividieron entre varias personas para que se realizaran donaciones más pequeñas y a nivel individual que no llamaran la atención», explica textualmente. “Entre julio y noviembre o diciembre de 2015, estando en elecciones para alcaldes y gobernadores”
Señala el medio español que “Pasadas las elecciones presidenciales se conoció la lista de 500 financiadores de la campaña, a la que ha tenido acceso este periódico, donde se encuentran Julia Serrano, que en la actualidad es gerente general y entonces era gerente financiera; Jorge Navia, entonces gerente de Regulación y Aseo, y Cecilia Donado, que en 2010 era directora de Tesorería y actualmente es la gerente financiera de Triple A”.
Los dineros eran sacados con contratos ficticios de obras, obligando a algunos de los gerentes a firmar lo que podría llamarse estafa. Contratos camuflados de asesorías para obras que jamás se realizaban, o precios inflados de obras que se realizaban con peor calidad de la presupuestada; esos eran generalmente los métodos más utilizados». Afirma igualmente la fuente al periódico El Mundo que no se cuidaban de hablar abiertamente delante de otros empleados acerca del ilícito como también aseguran que los dineros eran trasladados en cantidades en efectivo en los propios vehículos de Triple A”.