
Aunque históricamente sindicatos y gremios empresariales han tenido diferencias, la central obrera advirtió que la violencia y la intimidación ponen en riesgo al tejido productivo del país. El pronunciamiento busca reafirmar la importancia del diálogo social frente a la polarización creciente.
Valledupar, 3 de octubre de 2025.- La Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) emitió un comunicado en el que expresó su respaldo a la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), luego de los recientes ataques contra la agremiación y sus sedes a nivel nacional. El pronunciamiento, fechado el 2 de octubre y firmado por su presidente, John Jairo Caicedo Villegas, se convierte en una declaración inusual de solidaridad entre sectores históricamente enfrentados.
En el texto, la CTC reconoce las diferencias naturales que existen entre trabajadores y empresarios, pero subraya que la ANDI es un interlocutor “válido y necesario” dentro del diálogo social y económico del país. “Reafirmamos que la ANDI es un interlocutor válido y necesario en el diálogo social y económico”, señala el documento, en el que además se rechazan de manera categórica los ataques mediáticos y las agresiones físicas.
El sindicato advirtió que estas acciones han puesto en riesgo la integridad de los empleados vinculados a la ANDI, así como la seguridad de quienes cumplen funciones en sus sedes. “Las discrepancias no pueden resolverse con violencia ni intimidación”, enfatizó la central obrera.
La nota de prensa también incluye un llamado a la sensatez y al respeto mutuo entre los distintos actores sociales. Para la CTC, la protección del tejido productivo nacional exige reconocer las diferencias sin que estas se traduzcan en agresiones. En esa línea, insistió en que la confrontación debe tramitarse mediante el diálogo social tripartito que reconoce a Estado, empresarios y trabajadores como partes esenciales.
Dada la realidad nacional, la posición de la CTC adquiere relevancia en un contexto de creciente polarización y protestas contra el sector empresarial, en el que la violencia ha escalado hacia expresiones contra organizaciones gremiales. La declaración busca enviar un mensaje claro: los conflictos políticos y sociales no deben dirimirse con ataques a instituciones, sino mediante la negociación democrática y la construcción de consensos.