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Barranquilla, 10 de julio de 2024.- Luego de la victoria de la Selección Colombia en la semifinal de la Copa América este 10 de julio en el Bank of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte, en el que el partido bastante tenso, con ambos equipos mostrando su espíritu competitivo en el campo con una derrota de los uruguayos por el resultado de 0 goles obtenidos mientras Colombia obtuvo 1 golazo, entrando en la semifinal de la Copa América, esto los puso violentos y algunos jugadores atacaron a los aficionados colombianos en las gradas del estadio.

Es así como una vez terminado el encuentro los uruguayos entre estos Luis Suárez empezaron a confrontar a los colombianos, en el campo, y se observa a Suárez intentando morder el cuello al jugador colombiano Borja, pero este lo pisa y lo separa, mientras otros saltaron a las gradas, como es el caso de Darwin Núñez, tomando el desenlace un dramático giro, en el que los jugadores uruguayos y aficionados colombianos se vieron envueltos en un altercado físico en las gradas. Especialmente se observó al jugador Darwin Núñez, sin camiseta tirando una silla a la hinchada de Colombia pero erró. Sin embargo mientras estuvo tirando trompadas y patadas buscando agredir a la afición en las gradas, no obstante, siendo un jugador clave de Uruguay, estuvo sofocando a los fanáticos, mientras que otros jugadores, incluido el defensa del Barcelona Ronald Araujo, también estuvieron involucrados. La situación se agravó rápidamente, con golpes y mucha furia que incluso los vigilantes casi que no pudieron controlarlo. Pero su osadía recibió la respuesta de un hincha colombiano quien le sentó una buena trompada a Darwin Núñez en la testa, tras victoria de Colombia sobre Uruguay.

El defensa uruguayo José María Giménez habló más tarde sobre el incidente y expresó su preocupación por la seguridad de las familias de los jugadores que estaban sentados en las gradas. Pidió mejores medidas de seguridad para garantizar la seguridad de todos los involucrados.

El incidente ha provocado debates sobre la necesidad de mejorar el control de multitudes y la seguridad en los principales eventos deportivos. Si bien la pasión de los fanáticos es parte de lo que hace que estos eventos sean tan emocionantes, es crucial que esta pasión no se convierta en violencia.

La Copa América es un torneo prestigioso y es lamentable que un incidente así haya empañado una competencia que de otro modo sería emocionante. A medida que avanza el torneo, se espera que todos los jugadores, fanáticos y funcionarios puedan disfrutar de los partidos en un ambiente seguro y respetuoso.

Mientras tanto, Uruguay tendrá que reagruparse y prepararse para su partido de repechaje por el tercer puesto contra Canadá. El equipo no obstante tendría que llamar a responder a sus jugadores por los violentos ataques si realmente quiere terminar su campaña en la Copa América con una nota positiva.