Barranquilla, 26 de noviembre de 2024.- Con una carta abierta a la opinión pública, y firmada por el director nacional del Centro Democrático, Gabriel Vallejo Chujfi, el partido uribista rechazó este martes las declaraciones de Juan Manuel Santos, en entrevista a Caracol Televisión,
Señala el documento en representación del Centro Democrático, sus reparos en los que Santos planteó puntos críticos sobre lo que el mismo partido uribista continua llamado el “Acuerdo de Paz”, cuando todo el país sabe que se trató de una de las grandes manipulaciones y traiciones a la patria llevadas a cabo por el canalla que se montó n la presidencia, Juan Manuel Santos, para sentarse con el grupo terrorista y absolverlo, pero que aún continua delinquiendo.
Señala Vallejo Chujfi, que dicho “Acuerdo” promovido por Santos, “merecen ser tratados de manera equilibrada, objetiva y plural para que la opinión pública tenga un contexto más aproximado a la verdad”, no obstante hay además que recordarle al partido uribista que gran parte de la ciudadanía tiene claro, la traición contra el país, y todo lo que ha venido sucediendo.
No obstante publicamos textualmente lo que señala el partido de Álvaro Uribe Vélez en el que se expresa respecto de las declaraciones de Santos en lo que califican como “tres aspectos fundamentales”:
1) Fracaso del proceso de paz: El mal denominado “Acuerdo de Paz” no logró consolidar la anhelada reconciliación en Colombia. Por el contrario, evidenciamos un desequilibrio significativo que sacrificó los principios de justicia y reparación en aras de una paz que no se materializó:
1.1. Impunidad: No hubo un balance entre justicia y paz. Los responsables de crímenes atroces, incluyendo violadores y reclutadores de niños, no cumplieron un solo día de cárcel y, como si fuera poco, hoy ocupan curules en el Congreso. Entre ellos, los líderes de las FARC, que además lograron inmunidad pese a sus actos.
1.2. Narcotráfico y secuestro: Estos crímenes fueron catalogados como delitos políticos, lo que desvirtuó décadas de lucha contra el terrorismo y permitió que excombatientes vinculados al narcotráfico evadieran extradición.
1.3. Crecimiento desbordado de cultivos ilícitos: La suspensión de políticas efectivas como la erradicación y la fumigación llevó a que Colombia pasara de 48,000 hectáreas de coca en 2012 a 253.000 según el más reciente informe de la ONU. Esto no solo ha fortalecido el narcotráfico, sino que ha financiado la expansión de los grupos armados ilegales que ya hoy tienen presencia en 500 municipios del país.
1.4. Igualaron a las Fuerzas Armadas con los terroristas: Nuestros soldados y policías, quienes han defendido al país, fueron sometidos a admitir delitos ante la JEP, aún cuando no los hubieran cometido, para poder obtener su propia libertad. Mientras tanto, los cabecillas de las FARC disfrutan de beneficios políticos. Cabe resaltar que cuando un miembro de las FARC admite un delito está reconociendo su deber ser.
1.5. Solo una ínfima minoría se ha reinsertado: A pesar de ser un acuerdo hecho a la medida de las Farc, después de 8 años de la firma, solamente el 15% de los miembros se reinsertaron; hoy sus mal llamadas disidencias controlan más de 100 municipios del país, asesinando, secuestrando, extorsionando y sembrando terror en la sociedad.
2. Polarización política: Juan Manuel Santos dejó una herida abierta en nuestra democracia al violar la Constitución, desconociendo el resultado del plebiscito de 2016, en el que el pueblo colombiano rechazó el Acuerdo de Paz; cambió las reglas del juego para imponerlo a través del Congreso, rompiendo la confianza en las instituciones y profundizando la división en la sociedad.
“El expresidente Santos priorizó su vanidad personal, incluyendo el Premio Nobel, sobre la voluntad popular y el grave daño que le hacía al País”.
3. Odebrecht: El expresidente Santos ha evitado dar respuestas al país, la justicia y al propio periodismo sobre la investigación que se le sigue por los señalamientos de entrada de dineros de Odebrecht a su campaña. Es importante recordar que, según la Fiscalía, a la campaña del expresidente habrían ingresado $3.540 millones entre 2010 y 2014.
La financiación ilegal de campañas y el manejo oscuro de recursos públicos reflejan una falta de compromiso con los principios de transparencia y ética en el ejercicio del poder.
Creemos firmemente que una democracia sólida se sustenta en un debate informado y balanceado, que permita a los colombianos formarse una opinión crítica basada en hechos y en todas las caras de la moneda.