De manera sorpresiva el presidente Petro, en el foro económico mundial en Davos, sin reato alguno lanzó como siempre una afirmación que contiene verdades a medias: “Hay fuerzas económicas que van contra la selva, en el caso colombiano, es la ganadería extensiva, la idea de la gran propiedad del suelo de la tierra como criterio de riqueza y detrás el narcotráfico”.
Esta afirmación pone de nuevo a la ganadería en el medio de la picota pública, una vez más se trata de desconocer la realidad de la propiedad de la tierra, su distribución e impacto en la economía agropecuaria y la ruralidad, así como los avances que se vienen logrando desde diferentes vertientes en los sistemas de alimentación por Silvopatoreo y Ganadería Regenerativa, veamos:
-Menos de 10 Hectáreas 245.670
De 11 a 25 Hts 152.930
-De 26 a 50 Hts 90.860
-De 51 a 100 Hts 61,628
-De 101 a 250 Hts 42.574
-De 251 a 500 Hts 13.444
-De 501 a 1000 Hts 5.260
-De más de 1.000 Hts 1.888,
Lo anterior deja sin soporte la afirmación de la Ganadería formal extensiva en Colombia como regla general.
Los Predios dedicados a la ganadería, por número de reses se distribuyen así:
*551,097 (89.72%), Ganaderos distribuidos en 11.580.775 Hcts (39.6%), con 21 reses por predio promedio
*42.574 (6.93%), Ganaderos en 6.517.482 (22.3%), hectáreas con promedio de 153 reses por predio.
*13.444 (2,19%) ganaderos en 4.559.945 (15.6%) hectáreas con un promedio de 339 reses.
*5.260 (0.86%) ganaderos en 3.483.371 (11.9%) hectáreas con un promedio de 662 reses.
*1.888 (0.31%) ganaderos en 3.083.890 (10.6%) hectáreas con promedio de 1.633 reses.
Lo que lleva a la necesaria conclusión de que en Colombia no existen mayoritariamente predios de grandes extensiones de tierras, ni ganadería extensiva predominante formal.
Fedegan le tiene como programa bandera, con este se logran mayores cargas de animales por hectáreas, con aumentos sustanciales en rendimientos tanto en carne, leche y crías, así como drástica reducción de emisión de CO2, llevando a la ganadería a convertirse en GEI negativo, siendo mayor la captura de estos que la emisión.
Los proyectos de silvopastoreo hacen parte esencial de la ganadería formal colombiana, están contenidos dentro de los acuerdos de coadyuvancia de compra de tierras a ganaderos, entre el gobierno nacional y fedegan. En este, el Estado se compromete al apoyo directo de la reconversión de las áreas destinadas a la ganadería tradicional al silvopastoreo, logrando la liberación de áreas dedicadas a la ganadería para ser utilizadas en producción agrícola. Este es uno de los puntos esenciales del acuerdo que merecen la mayor atención para su cumplimiento, de la mano con lo anterior, la ganadería pasará a convertirse en carbono negativa, finalidad que tanto pregona el presidente Petro en los diferentes foros en los cuales de manera frecuente participa.
Presentadas los anteriores soportes, queda claro que, si bien puede haber ganadería extensiva en Colombia, el fenómeno al cual hace referencia el presidente Petro es excepcional, hace parte de la informalidad, aquella que en la gran mayoría de ocasiones va más allá de las fronteras agrícolas permitidas, la Amazonia es una de ellas. Que estamos frente a una situación ilegal e ilegítima, por demás informal, que nada tiene que ver con los empresarios ganaderos formales agremiados a Fedegan, es un fenómeno de Narcotráfico, Narcoparamilitar, en búsqueda de la expansión de los cultivos ilícitos, que agreden la Amazonia para aumentar áreas de siembra de sus cultivos ilícitos. No es posible que, en un foro de la envergadura de Davos, el presidente no sea claro al emitir sus conceptos y teja sobre una actividad económica como la ganadería, el manto de dudas que quedó esparcido como el virus de la vida en el universo.
@lacoutu