POLITICA

Barranquilla, 10 de septiembre de 2018.- Aprender a respetar, y el Presidente de la República es quien primeramente está llamado hacerlo. Duque no ha respetado a sus propios votantes, no ha respetado a los cristianos y todo el inmenso sector de la fe cristiana que votó por él, mucho menos va respetar a un músico!.  Entre más alto el cargo, más humildad en el ser. Punto!

No hay razón para que las malas acciones sean aplaudidas y defendidas como si fueran virtudes o muy meritorio que por el solo hecho de que sea el Presidente quien haya tocado el instrumento ajeno, ya es digno de aplauso. Es una actitud abusiva que no merece defensa alguna. Independientemente que el músico sea o no petrista o de una ideología distinta, aunque no tan distinta. Simplemente que lo ajeno se respeta!

Tampoco es correcto que al presidente se le aplauda todo. Hubiera sido pertinente y prudente mejor guardar silencio por parte de la “horda duquistas” y no salir a disparar en redes contra la “horda petrista”. Una mala acción, una mala actitud, no deja de ser mala por el simple hecho de que sea el Presidente o cualquier otro con alto cargo quien sea el actor. Las malas actitudes y acciones no son relativas dependiendo de quien las haga.

Lo normal es que el Presidente hubiera pedido permiso para tocar el instrumento. Si este permiso se le hubiera concedido, adelante. De lo contrario, ni siquiera el presidente aunque sea el presidente tiene que andar por ahí tocando las cosas ajenas por el simple hecho de que le guste, o para pretender lucir dotes de músico que no es. Usted no es músico Señor Presidente, usted es solo un fanático. El músico es el otro.

Y no se trata solo de tocar una guitarra ajena. Sino de tocar cualquier cosa ajena. Eso molesta! Ejemplo: la modelo famosa que se mide una prenda de una famosa diseñadora para ver como le queda, prenda que ella (no va a modelar) Previo a la salida triunfal de la diseñadora con sus modelos. Le arruga el vestido, ya no luce como la modista se había imaginado que luciría en la passarela! Eso molesta. Lo ajeno se respeta!

Pero la reducida “horda duquista” cree que minimizando, pisoteando, pordebajeando al artista se logra distorsionar la actitud del Presidente, y eso no es así. Esta salida en falso, proporciones guardadas es igual a la del Estadio en España.

Se sabía que al Presidente le faltan méritos para el cargo, se sabía que el Presidente por su edad tal vez no tenía la madurez suficientes para manejar ciertas situaciones y circunstancias, razón le fue llamado en campaña el “joven Duque”, no obstante en campaña, vaya y venga! Pero las circunstancias han cambiado, no se trata del candidato, sino del presidente. La gente espera madurez, respeto, menos farandulería. No puede creerse que Por ser el Presidente tiene derecho a hacer lo que se le dé la gana con quien se le dé la gana. No puede ser que el mismo Iván Duque esté interpretando un episodio más de tantos conocidos en el país como Usted no Sabe Quién Soy Yo. Y haya que aceptarle lo que se le venga en ganas!

Los colombianos así como no han querido el castrochavismo en Colombia. Tampoco están esperando al entonces farandulero Abdalá Bucaram de Ecuador. Colombia es un país netamente conservador, un país de respeto, y las circunstancias no están para dar pisadas en falso. Mal asesorado además! Lo peor es tener por asesor a un imprudente, él imprudente asesora imprudencias. Y nunca le va a decir lo conveniente al asesorado, sino lo conveniente para él. Casi siempre, aplausos! Y cuanto más aplausos, más se hunde!. Asesorado por inmaduros, por irrespetuosos, por arrogantes, por soberbios, por inexpertos, resultado: inexperiencia inmadurez, soberbia, arrogancia, improvisación, imprudencia y más farandulería.

Por otra parte, si bien la música de Santiago Periné no es para todos los gustos, tiene un amplio sector al que le gusta, “es el líder de una banda colombiana, nacional e internacionalmente famosa, ganadora de Grammys, con giras en todo el mundo, contrato con una disquera internacional, miles de discos vendidos y hasta con un sabor de helado en C&W…”. Por tanto “Horda Duquista”, respete!

Por otro lado es preciso argumentar además que no debía ser necesario ser músico para entender lo que sintió el guitarrista independientemente de que sea petrista. Y aunque sea el Presidente quien le haya manoseado su instrumento musical:

1.- Los músicos se irritan cuando antes de sus presentaciones llega alguien a necearle sus instrumentos. Enerva! Son celosisimos! Y en el caso de la guitarra, casi siempre con cualquier cosa la desafinan.

2.- Los músicos duran horas, días ensayando, antes de una presentación. No puede venir alguien justo antes de hacer su entrada al escenario a necear precisamente el instrumento con el que se ha preparado para tocar.

3.- La guitarra es algo que termina convirtiéndose en un objeto personal, como el cepillo de dientes. El celular. A nadie le gusta que otra persona le necee su celular.

El torero, el banderillero, son aristas también de su actividad. Tocarle sus banderillas, o su capa antes de salir al ruedo, es lo peor que le pueden hacer.

5.- He visto, por ejemplo en Festivales, cantantes y músicos que llegan sin instrumentos por un accidente por ejemplo. O llegó el cantante sin los instrumentos y justo la hora y no llegan los equipos. Y ese cantante simplemente pierde la presentación porque los músicos que están presentes no prestan sus instrumentos porque ya están listos con lo que van a interpretar y cualquier cambio se los desafina. Y llega un imprudente, necio a tocarle la guitarra… horror! Razón tiene el músico, no obstante la expresión pasada de tono “Ya la limpié con romero y limón”. Sin embargo es apenas lógico que se irrite, “Agarró mi guitarra bruscamente y sin permiso. Los técnicos de la banda no pudieron hacer nada porque ¡como era el presidente”…! Y es obvio que Iván Duque volvió a dar papaya!