NACIONALES, ORDEN PÚBLICO

Denunciaron que la Guardia Indígena que intentó rescatarlas fue retenida por hombres de ese grupo armado ilegal, despojándola de las menores. Las entidades calificaron el hecho como una violación grave al derecho internacional humanitario y a la autonomía de los pueblos originarios.

Valledupar, 16 de octubre de 2025.- La situación humanitaria en el norte del Cauca volvió a encender las alarmas en los ámbitos nacional e internacional. Iris Marín Ortiz, Defensora del Pueblo, exigió este viernes la liberación inmediata de dos niñas indígenas del pueblo Nasa, de 14 y 15 años, quienes fueron reclutadas a la fuerza por la estructura Jaime Martínez, una facción disidente de las Farc que mantiene operaciones en diversas zonas del departamento.

A través de un mensaje institucional, la funcionaria advirtió que el Cauca concentra el mayor número de casos de reclutamiento forzado de menores en Colombia, con un impacto desproporcionado sobre la población adolescente indígena. “Esta situación no puede aceptarse como parte del paisaje. Las niñas deben ser entregadas de inmediato, sanas y salvas”, afirmó Iris Marín.

Además, recordó que la vinculación de menores a grupos armados ilegales constituye una infracción grave al derecho internacional humanitario, y, por tanto, debe ser tratada como un crimen de guerra.

Según Marín Ortiz, el Estado colombiano tiene la responsabilidad de actuar con urgencia, no solo para proteger a las víctimas, sino también para garantizar que este tipo de violaciones no se repitan. Advirtió que persisten amplios vacíos institucionales en los territorios étnicos, lo que facilita el control armado y profundiza la crisis humanitaria que enfrentan muchas comunidades.

El pronunciamiento de la Defensoría fue respaldado por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, la cual reiteró su llamado a respetar la vida y la libertad de las menores, al tiempo que exigió garantías para las misiones de los Kiwe Thegnas, integrantes de la Guardia Indígena. Estos últimos fueron retenidos mientras realizaban una acción humanitaria de rescate, en compañía de autoridades tradicionales.

“Reiteramos nuestro llamado a liberar de inmediato, sanas y salvas, a las niñas del pueblo Nasa. Reclutar niñas y niños menores de 18 años es un crimen”, advirtió el organismo internacional mediante sus canales oficiales.

En paralelo, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) declaró “alerta máxima” en su territorio ancestral de Cxhab Wala Kiwe, tras confirmar que la misión humanitaria fue interceptada por la estructura armada responsable del secuestro. La organización indígena denunció que el operativo pacífico fue obstaculizado, lo que compromete no solo la seguridad de sus miembros, sino también el principio de autodeterminación de los pueblos.

Estos hechos reflejan un deterioro sostenido de las garantías humanitarias en el suroccidente colombiano, donde confluyen actores armados ilegales, economías ilícitas y una histórica ausencia de Estado. Tanto la Defensoría como la ONU subrayaron que la protección de la niñez indígena debe ser prioritaria, y que la respuesta institucional ante este tipo de crímenes no puede limitarse a declaraciones simbólicas.

Finalmente, advirtieron que la liberación de las menores no es solo un acto urgente de humanidad, sino también una prueba concreta de la voluntad de paz en los territorios.