POLITICA

La precandidata presidencial María Fernanda Cabal acudió al Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) para alertar sobre el deterioro de la democracia en Colombia y solicitar el acompañamiento de la Unión Europea en las elecciones de 2026.

Valledupar, 8 de octubre de 2025.- Durante la conferencia “Colombia en libertad”, organizada con el apoyo del eurodiputado Hermann Tertsch y Patriots for Europe, VOX, Foro Madrid, María Fernanda Cabal denunció persecución política, instrumentalización de la justicia, avance del narcotráfico y aislamiento diplomático bajo el gobierno de Gustavo Petro. Además, llamó a las democracias occidentales a respaldar la defensa del Estado de derecho y la celebración de comicios libres y transparentes.

En su intervención, Cabal evidenció el retroceso institucional en Colombia:

1. Deterioro institucional y persecución política: acusó al gobierno Petro de utilizar la justicia como herramienta para perseguir a la oposición.
2. Manipulación judicial: denunció que el sistema de justicia ha sido instrumentalizado para silenciar voces críticas.
3. Avance del narcotráfico como actor político: señaló que bajo la política de “paz total”, grupos armados ilegales han ganado legitimidad política y territorial, transformándose en actores con capacidad de influir en decisiones estatales, negociar con el gobierno y controlar zonas del país, lo que según Cabal ha permitido que el narcotráfico se consolide no solo como una amenaza de seguridad, sino como un poder fáctico dentro del sistema político.
4. Pérdida de soberanía y debilitamiento del Estado de derecho: afirmó que el Estado ha perdido control sobre el territorio y sus instituciones.
5. Violencia política: mencionó específicamente el asesinato del precandidato Miguel Uribe Turbay como símbolo de la inseguridad que enfrentan los políticos, especialmente los de oposición.
6. Aislamiento diplomático: criticó la ruptura de relaciones con Israel y el giro diplomático del gobierno hacia regímenes autoritarios como los de Venezuela, Nicaragua y Rusia, lo que, según Cabal, ha marginado a Colombia del concierto de las democracias occidentales y debilitado su posición estratégica en la comunidad internacional.

Su mensaje central fue claro: “La paz no se negocia, se impone con una política de estado no subalterna”, afirmó, refiriéndose a la política de “paz total” impulsada por el gobierno de Gustavo Petro.

Cabal no solo denunció, sino que hizo un llamado urgente a Europa: «2026 no es una elección cualquiera, es la última oportunidad de rescatar a Colombia de la mano de soldados y policías respaldados jurídicamente para combatir a los bandidos. “Porque sin seguridad no hay desarrollo y sin desarrollo no hay paz».

Insistió en que «no negociaremos con criminales. Los combatiremos», y cerró su intervención con un lema que ya ha hecho parte de su campaña: «Soy María Fernanda Cabal y voy a poner orden en la casa».

Reacción internacional y contexto político

La participación de Cabal en Estrasburgo se inscribe en una estrategia internacional de visibilización que ha adoptado en los últimos meses, buscando legitimidad y apoyo en los foros occidentales frente a la problemática nacional. Anunció que esta será la primera de varias visitas a capitales europeas y principales ciudades estadounidenses en los próximos meses con el objetivo de construir una red de apoyo internacional para garantizar “elecciones libres”.

María Fernanda Cabal no solo llegó a Estrasburgo a pedir ayuda; llevó la voz de millones de colombianos que, según ella, ven con preocupación el rumbo que ha tomado el país. Su intervención en el Parlamento Europeo refleja un compromiso firme con la defensa de las instituciones democráticas, la seguridad ciudadana y los valores que, a su juicio, han sostenido a Colombia como nación libre y soberana.

Al exigir transparencia electoral y acompañamiento internacional, la precandidata presidencial no busca interferencias, sino garantías: que las urnas de 2026 expresen la voluntad del pueblo sin coacción, violencia ni manipulación. En un momento de incertidumbre, su llamado resuena como un acto de responsabilidad democrática y como una apuesta clara por devolverle a Colombia su lugar entre las naciones que defienden la libertad, el orden y el Estado de derecho.