Un estudio liderado por investigadores de Unisimón precisa las afectaciones que produce estar largas horas al volante en posición sedente y da recomendaciones para reducir el impacto negativo al bienestar de quienes ejercen este oficio.
Barranquilla, 12 de julio de 2019.- La conducción de vehículos automotores es considerada uno de los trabajos de mayor riesgo en el mundo, y no solo porque quienes la ejercen están expuestos a accidentes en carreteras, sino también por temas asociados a la salud. Dolores, inflamaciones e incapacidades son algunas de las afecciones que ocasionan las extensas jornadas al volante y resulta pertinente saberlo al acercarse el 16 de julio, fecha en que se celebra el Día del Transportador.
Lo anterior quedó evidenciado en el estudio titulado “Diferencias en el riesgo postural y en la percepción de molestias musculoesqueléticas en conductores de autobuses de transporte urbano”, liderado por un grupo de investigadores de la Universidad Simón Bolívar. El análisis participaron los investigadores Martha Mendinueta, Yaneth Herazo y Raúl Polo, por Unisimón, y Roberto Rebolledo, por la Universidad Metropolitana.
El trabajo se realizó con 231 empleados de empresa de transporte urbano, a quienes se aplicaron encuestas para identificar la edad, el género, la escolaridad, el cargo laboral y la antigüedad en la compañía. Igualmente, se evaluaron las molestias osteomusculares y la carga postural, lo que permitió determinar las zonas de afectación.
Las largas jornadas laborales en posición sedente y patrones de trabajo irregulares son un potencial peligro para los conductores al generarles molestias en el sistema musculoesquelético, articular y dolores en la espalda, así como sobrepeso u obesidad, inactividad física y, por consiguiente, indicadores pobres de salud.
A nivel mundial, el riesgo postural y la generación de molestias físicas generan un enorme y creciente impacto en la economía de las industrias, siendo el principal causante de ausentismo por dolor, inflamación y discapacidad, limitando al trabajador para ejercer su labor de forma adecuada.
Otros estudios reportan que el 73 % de la población analizada presenta molestias musculoesqueléticas de alta intensidad en cuello, mientras que el 67 %, en espalda baja. La postura sedente por tiempo prolongado y las inexactitudes de medidas en el diseño de la silla del automotor pueden ser las causas de estos síntomas.
Vehículos Automáticos vs. Mecánicos
La investigadora Martha Mendinueta, fisioterapeuta, magister en Auditoría y sistemas de calidad en servicios de salud y experta en seguridad y salud en el trabajo, explicó que dentro de los resultados arrojados los conductores de buses mecánicos tienen mayor riesgo postural y probabilidad de percepción de síntomas y molestias músculo-esqueléticas que los de vehículos automáticos.
“Existe una alta predisposición que se asocia en primera instancia al diseño ergonómico del vehículo mecánico. Una de las desventajas de estos es la baja absorción de la suspensión mecánica, mayor rigidez, el efecto adverso de la vibración vehicular, la cantidad de movimientos y ajustes posturales que se incrementa por las irregularidades del terreno”, precisó Mendinueta.
En el caso de los autobuses de transmisión automática, cuyo diseño de sus sillas es de características ergonómicas, se facilita la adaptación por ser más ajustada a las medidas del conductor, con relación a la altura y profundidad. Así mismo –dijo– cuentan con un sistema de amortiguamiento adicional que disminuye las presiones y los impactos intradiscales, y las puertas tienen un sistema de acción electrónica para abrir y cerrar que reduce la carga laboral en los miembros superiores.
“Normalmente, la utilización de estos automotores se asocia a un terreno en mejores condiciones, teniendo en cuenta que su ruta es preferencial. Otro factor importante es el confort ambiental: estos operadores permanecen con aire acondicionado y, en muchos casos, los conductores no reciben dinero por parte de los diferentes usuarios del servicio debido a que el acceso se realiza a través de tarjetas electrónicas, como en los sistemas de transporte masivo”, indicó la investigadora.
Sin embargo, enfatizó en que ambos casos los conductores se encuentran susceptibles ante los diferentes riesgos posturales y molestias por la postura estática y el número de horas ejerciendo la actividad.
Recomendaciones de salud
Mendinueta recomendó, en primera instancia, a los empleadores del sector transporte asumir con compromiso las exigencias y disposiciones establecidas en el marco legal colombiano (Decreto 1072 del 2015 – Res.0312 del 2019). Allí se resalta la importancia de tomar medidas preventivas que disminuyan el riesgo de accidentes y enfermedades de origen laboral.
En cuanto a los conductores, es importante que asuman con compromiso el autocuidado, informen de manera oportuna y veraz sobre los peligros latentes, y participen activamente en las actividades de implementación del programa de vigilancia epidemiológico de estilos de vida saludable y osteomuscular.
Yaneth Herazo, fisioterapeuta y magíster en Salud Pública, recomendó a quienes están expuestos a largas jornadas de conducción que hagan pausas de recuperación funcional porque en la mayoría de los casos duran hasta ocho horas en la misma posición.
“Es clave implementar acciones que mejoren sus estilos de vida saludables. Generalmente, se presentan comportamientos sedentarios altos en los transportadores y para mejorar la salud cardiovascular y osteomuscular se deben hacer estas pausas o breaks, al menos, cada hora durante 10 minutos”, señaló Herazo.