
Necesitamos renovar la democracia, que hoy esta tan prostituida, como el sistema comunista.
Punta de Lanza desde hace años viene señalando que el mal de Colombia está en su clase dirigente que se corrompió, y se contaminó, tanto en lo público, como en lo privado. Por allá en el año de 1990 publique en el Diario El Universal de Cartagena un artículo que titule: Los Corruptos. Eran tiempos en que la estupidez, era tal que se consideraba la corrupción como un modelo de vida que permitía alcanzar el progreso.
Ya venían los comunistas, desde mucho antes a esa fecha utilizando el título del progreso que es sinónimo de prosperidad, para afincarse en las diferentes esferas de la sociedad hasta lograr hoy, lo que tenemos: una sociedad, corrupta totalmente.
Ser amigo de un mafioso, el osado, se sentía tener un estatus de poder y de importancia e influencia grandísimo. Y, lo peor es que no solo se daba entre ignorantes sino también entre la clase pudientes, y entre intelectuales que tenían como fachada la transferencia de la fama y el buen nombre, que unidos al poder del dinero hacían una alianza perfecta para ocultar sospechas o hacerlas invisibles.
Petro, fue un íntimo amigo de Pablo Escobar, cuando era apenas en ese tiempo, un muchacho inquieto que no pasaba de ser un simple peón de brega, con dotes de criminal. Y…Pablo Escobar, utilizó al elocuente y admirable orador Alberto Santofimio que además de ser un gran político, brillante, audaz, resultó ser un perfecto corrupto de alto calibre, y también un gratuito y visceral enemigo de Luis Carlos Galán. De ahí el título del artículo de aquel entonces.
Santofimio ministro de Justicia. Es decir, “el diablo haciendo las ostias”. El solo hecho que la justicia, que es el haber más sagrado que debe tener una nación, por lo que estamos obligados a estimar como el altar de lo sublime, se convirtió en un cartel de la toga, y después se graduó de socializada en corrupción, en los tiempos del Juan Manuel.
Este presidente fue tan audaz que le vendió la idea al país que la corrupción es tan natural dentro del proceso del querer ser, para aprender a ser, y por lo tanto es una forma rápida de progresar. Santos le abrió las compuertas al dinero fácil, como cualquier vulgar mafia siciliana, que eran capaces de todo con tal de conquistar sus objetivos.
Lo que nos está ocurriendo en Colombia es una radiografía que refleja lo mal que estamos. Aquí, nos rige una pseudo democracia, en que ya llegamos al extremo, de endiosar a los estúpidos, a los soberbios, a los platudos, y desacreditamos a los sabios y honestos que meditan y analizan las diferentes posibilidades de servir, para que se minimice el error. Honramos a los corruptos, y descalificamos a los virtuosos. Hoy un abogado especializado con los mejores títulos, con experiencia en años lo derrota un simple recién egresado, porque impera el sistema de la compra de la sentencia. O, negocian una comisión recurriendo a la favorabilidad que le compran al juez. En otras palabras, no se resuelve en derecho, sino en dinero.
De otra parte, pese a que no soy partidario de las estigmatizaciones, hoy el termino político, se prostituyó tanto, que, si lo comparamos con el ejercicio de un joven prepago, o una prostituta, casi que están al mismo nivel, porque mientras el político se transa y claudica vendiendo el honor, la prostituta o la prepago le pone precio a su vagina para ganarse la vida. Claro está, que se han presentado casos que, entre la clase política, y el proceder de una trabajadora sexual, se parecen porque se combinan los elementos de mutuo interés, es decir, hay políticos que aplican la bisexualidad, y en paralelo, reciben las coimas provenientes de los contratos, y por el otro, la descarga eléctrica de los orgasmos. O… consiguen puestos a mujeres y hombres, a cambio del placer sexual. A eso se les llama derecho de pernada.
Esa aberración se ve en todos los estratos y también entre quienes lucen pertenecer a una clase intelectual alta o de alcurnia, como también pasa en la más desposeída de conocimientos. Mejor dicho, si ayer en la puta democracia existía el antifaz, ahora mediante el derecho a mostrar la identidad propia y sus derechos, se le agregó el placer de la “gozadera” como resultado de una meta ideológica del comunismo cuyo pregón se escucha de la garganta profunda de Francia Márquez, que sabe disfrutar de las mieles porque ella si entiende para qué es el poder.
Colombia requiere cambios profundos estructurales URGENTES. La clase política, necesita de una renovación total, empezando por restablecer su credibilidad. Sería absurdo de mi parte que no se establecieran excepciones, porque el país tiene gente muy buena, y entre esos hay políticos honestos, como militares y policiales. Claro que los hay, y muy notables, que pueden empezar el trabajo del cambio empezando por construir una supra democracia, para reemplazar la convencional. Cuando yo digo supra, me refiero que esté por encima del interés personal, y se convierta en un apostolado servir por el bien común.
El papel de los medios de comunicación ante el cambio. Cuando la noticia y la verdad tienen código de barra como título de propiedad de alguien, deja de ser un medio independiente, para convertirse en mercantilistas y de falso extremo.
No es el gobierno de Petro, el que nos va a resolver el problema, no, ese nos termina de hundir. En resumen, llego a la conclusión, que la presencia de Petro en el Poder es la mejor lección a la clase dirigente tradicional del país. Es un golpe certero que hemos recibido por confiados y por haber endiosado a ciertas figuras, pensando en que son unos Mesías “inderrotables”.
Para el gran Líder, Ex presidente doctor Álvaro Uribe Vélez, a quien le reconozco sus sobrados méritos, y el país le agradece todo lo que hizo por darnos libertad para transitar las carreteras del país en tranquilidad y en orden, le digo con todo respeto, que los dioses terrenales, también se equivocan.
Yo apenas conozco de saludo en masas, al presidente Uribe, y pese a que escucho su verbo pausado y sabio con atención suma, me detengo más en sus procederes, que me dan otro norte y me ubican en un contexto diferente al de muchos. Por ello, siempre he pensado que la terquedad no es mala, si para el momento de serlo, te libra de un accidente o de malas horas. Eso es lo que le ha dado valor a los mulos y mulas, sobre los caballos.
Toronto Canadá.
senengonzalezvelez@hotmail.com