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¿De las de marzo del año entrante?, ¿de la primera vuelta presidencial? ¿de la segunda?
Qué manera tan ilusa tenemos los ingenuos colombianos para atrevernos a pensar que eso va a ocurrir. Uds. amigos creen que, por ejemplo, en el Catatumbo, después de la sangrienta y demencial acción del ELN se van a realizar comicios electorales?, Puede que sí, pero bajo las directrices del Comando Central del ELN. O, ¿en el Norte del Cauca?, ¿en el sur del Valle del Cauca?, ¿o en el Choco?, ¿Creen que si lo podrán hacer en Arauca?, ¿en la región del Ariari, en el Meta?, ¿o en el Guaviare?, ¿en el Vaupés?, ¿en Casanare?, ¿en la región limítrofe de Boyacá con Santander?, ¿en algunos municipios del César?, ¿quizás en Putumayo? ¿O en nuestro departamento, constreñidos por Mordisco y Calarcá?
El último informe de la Defensoría del Pueblo, avisa con respecto a la situación de orden público de mi departamento que hay presencia de grupos de las disidencias de las Farc, en 27 de los 37 municipios, es decir, en el 73% del territorio la insurgencia tiene prácticamente el manejo de la situación económica, política y social. Lo dijo en los siguientes términos: “27 municipios huilenses se encuentran en riesgo alto por la expansión y posicionamiento territorial de los frentes disidentes comandados por alias “Calarcá Córdoba” e “Iván Mordisco”. Neiva, Campoalegre, Rivera, Teruel, Iquira, Tesalia, Aipe, Baraya, Tello, Villavieja, Algeciras, Gigante, Garzón, El Agrado, El Pital, Nátaga, La Plata, Guadalupe, Acevedo, Suaza, Pitalito, Argentina, Palestina, Salado blanco, Oporapa, San Agustín e Isnos.
Con profunda tristeza debo invitarlos a leer el informe de la defensoría del pueblo en el que relaciona 137 alertas tempranas en las que le advierte al pais , que desde el año de 2.017 hasta el 2.023 en materia de orden público sus regiones se encuentran en riesgo por la presencia de grupos insurgentes, específicamente pertenecientes a las organizaciones narco terroristas de las Farc y del ELN, y de grupos armados de los clanes, dedicados al negocio, siembra y tráfico de cocaína y marihuana.
Ese panorama es el que no han querido entender nuestros dirigentes, y si acaso lo han visto, hacen caso omiso de la situación. Señores: hay que creerle a la defensoría del pueblo. En el informe que les comento, afirman que la presencia activa de los bandoleros copa ya 29 departamentos de los 37 que tiene el pais, es decir, el 78% de esas unidades territoriales están afectadas por la expansión de las guerrillas.
Todo eso lo sabe el gobierno de Gustavo Petro, y no digo que lo celebra, pero siente un fresquecito. Toda esa expansión se debe a la decisión oficial de debilitar a la fuerza pública. Eso tampoco lo entendieron nuestros dirigentes.
Un buen amigo me dijo: ¿Y ahora? Le respondí: La estrategia de los bandidos hace parte de otra forma de lucha: Debilitar y corromper a la fuerza pública, distraer a la clase política con trivialidades, verbo y gracia, una constituyente, las próximas elecciones, unas reformas inconvenientes, etc., y mientras tanto, los bandoleros narcoterroristas avanzan sin control militar, y se expanden al igual que la verdolaga, y como en la fábula del gato ladrón dicen: “Voy a volverme patetas y el que conmigo se meta, en el acto morirá”. ¡Elecciones para ellos Mamola!