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La inseguridad y la violencia impacta directamente la economía rural y la seguridad alimentaria del país.

La seguridad del sector agropecuario es el camino que garantiza el florecimiento de la economía

La paz comienza por el desarrollo del campo”, este ha sido el lineamiento estratégico de la ganadería colombiana. Garantizar la seguridad a los productores, es dinamizar la inversión y la economía. 

Barranquilla, 20 de febrero de 2025.- «La paz comienza por el desarrollo del campo», es la solución que requiere el sector rural colombiano y ha sido la estrategia planteada en diferentes escenarios nacionales e internacionales por, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos Fedegán.

De ahí que el dirigente ha sido un vocero activo en temas de seguridad, especialmente en relación con la protección del sector agropecuario y la necesidad de garantizar condiciones seguras para los productores en Colombia. Ha expresado preocupaciones sobre el aumento de la violencia y el impacto que esto tiene en la economía rural y la seguridad alimentaria del país.

Al referirse a ese lineamiento que incluso aplica el gremio cúpula -desde hace décadas- se refiere a la importancia de fortalecer las áreas rurales y el sector agropecuario como un camino hacia la paz sostenible en Colombia. “Al mejorar las condiciones de vida en el campo, se pueden abordar problemas como la pobreza, la desigualdad y la violencia, que a menudo están interrelacionados”, sostiene.

Cinco fundamentales

Para Lafaurie es fundamental que el sector tenga un desarrollo integral y en ese sentido considera vital los siguientes 5 aspectos: vías terciarias que contrarresten el aislamiento y el abandono del campo; asociatividad que facilite los servicios de asistencia, extensión y financiación; crédito con recursos deexcepcional fomento; ciencia y tecnología, centrada en lacapacitación, asistencia técnica y extensión para el desarrollo de proyectos asociativos.

La prueba fehaciente

El tema de seguridad resulta de vital trascendencia para el desarrollo. La muestra es latente y se puede palpar en El Salvador, país que actualmente alcanza uno de los mayores niveles de seguridad en el mundo, comparable solo con Suiza.

Resolver el problema de seguridad le permitió un efecto cadena de desarrollo al citado país de Centro América. “El ejemplo salvadoreño demuestra que la caída de la inversión externa en Colombia puede revertirse recuperando la seguridad jurídica y ciudadana. Los escenarios estables para los negocios benefician a la economía de todo el país, pues permiten generar empleo y bienestar para todos”, manifiesta Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.

Cabal, conoció de cerca el proceso de cambio de El Salvador invitado por el presidente Nayib Bukele, y junto a un grupo de líderes y empresarios iberoamericanos, congregados por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI).

De primera mano observó los logros alcanzados en materia de seguridad, crecimiento turístico e inversiones, entre otros indicadores. “Cuando hay seguridad, florecen la economía y el bienestar social”, aseguró.

El Salvador tuvo un aumento del 81% en la llegada de turistas extranjeros entre 2023 y 2024. Un país con 6.029.000 habitantes recibió 3.800.000 turistas.

Asimismo, la inversión extranjera registró un aumento significativo del 200 %, de hecho, a los inversionistas interesados en hacer negocios en el país les envían un programa personalizado diseñado por el gobierno salvadoreño, según el sector y el nivel de inversión.

Si podemos. hagámoslo…

Regresando a la propuesta de Lafaurie, este importante dirigente gremial ha expresado varias veces que el campo y el sector rural de Colombia, cuenta con consolidadas fortalezas para ser el principal motor de la economía, pero debe resolverse el problema de la inseguridad.

Enfatizó que Colombia cuenta con suficientes tierras agrícolas y ganaderas, luz solar todo el año, gran biodiversidad y unos recursos hídricos que el mundo nos envidia, con los que podemos convertir al país en despensa para un mundo con demanda creciente de alimentos.

“Si tenemos costas en los dos océanos y una ubicación privilegiada en el continente, ¿por qué no hacerlo? Si tenemos gente, tradición y vocación agropecuaria, ¿por qué no hacerlo de una buena vez?”, reiteró el presidente ejecutivo de Fedegán.

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