En el Laboratorio de Simulación Molecular y Bioinformática de la Universidad Simón Bolívar, se trabaja en conseguir un compuesto que facilite un nuevo tratamiento contra el cáncer.
Barranquilla, 29 de octubre de 2018.- A partir del estudio de la quercetina, investigadores del Laboratorio de Simulación Molecular y Bioinformática de la Universidad Simón Bolívar, y el Grupo de Farmacología Vegetal y Terapeúticas Alternativas de la Universidad Juan N. Corpas, buscan un nuevo medicamento que reemplace la quimioterapia y la radioterapia como tratamientos para combatir el cáncer.
Juvenal Yosa Reyes, director del laboratorio de Unisimón, y Carolina Clavijo, investigadora de la Universidad Juan N. Corpas, cuentan que este proyecto científico surgió del conocimiento de los extractos vegetales como posibles coadyuvantes en la lucha contra la enfermedad que es la segunda causa de muertes en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La quercetina es un compuesto flavonioide que puede encontrarse en cebollas, el vino rojo, té verde, manzanas, frambuesas y el ginkgo biloba. Su importancia radica en que inhibe la proteína HSP90, la cual aparece en las células tumorales y les ayuda a reproducirse.
“Si se bloquea esta proteína, las células cancerígenas empiezan a morir, en un proceso que se llama apoptosis”, explica Yosa, doctor en Química, quien lidera este trabajo junto con Clavijo.
Estudios anteriores han demostrado que productos naturales en altas concentraciones pueden coadyuvar procedimientos contra el cáncer. Es el caso de extractos de Anamú (Petiveriaalliacea) y el Dividivi (Caesalpiniacoriaria), que de acuerdo con un trabajo de la Pontificia Universidad Javeriana son efectivos frente al cáncer de seno, del melanoma y la leucemia, al reducir el tamaño de los tumores o encapsulándolos.
La labor del Laboratorio de Simulación Molecular y Bioinformática de Unisimón constituiría una novedad, a partir de los dos objetivos que busca. Por un lado, conseguir un compuesto más eficiente que permita que dosis pequeñas de moléculas derivadas de la quercetina frenen la proliferación de las células cancerígenas, debido a la inhibición de la proteína HSP90.
“Sería trascendental sintetizar el compuesto nuevo que propongamos, sería totalmente nuevo por las modificaciones que se logren”, destacó Yosa. El segundo logro sería establecer un nuevo método que combata el cáncer y sustituya la quimioterapia, que resultan agresivas para la salud humana porque atacan tanto las células tumorales como las buenas. “El objetivo no es coadyuvar, sino crear una nueva forma de tratamiento del cáncer, y mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familias”, enfatizó el experto.
Lo anterior podría ser posible porque, a través del uso de herramientas computacionales, ya se hicieron simulaciones de cómo interactúa la quercetina y la HSP90, para descubrir los mecanismos moleculares que permiten a estos flavonoides unirse a la proteína.
Por medio de la técnica llamada “Diseño de fármacos basados en fragmentos”, en el Laboratorio de Unisimón se obtuvieron 1 millón 500 mil compuestos que, a través de una computadora, serán sometidos a simulación para determinar cuáles pueden interactuar con la HSP90 con mayor efectividad. La finalidad es encontrar 10 a 20 compuestos que, como la quercetina, puedan cumplir la misma función y luego realizar pruebas en laboratorio (in vitro).
“De esos 10 o 20, esperamos que funcionen por lo menos el 50%, para pasar a investigación en animales y, si todo funciona bien, en humanos”, puntualizó el investigador líder.