La tasa representativa del mercado (TRM), de Colombia se depreció un 16%, durante el año 2021, al cerrar en diciembre 31 de 2021, en $3981.16, cuando el año anterior la TRM fue de $3.432.50.
Esa depreciación se sigue dando a comienzos del año 2022, pues la tasa ha fluctuado entre $3.990. y $4007.23., este último valor que regirá el 17 de enero.
En documentos anteriores que puede localizar en Google, tratamos de explicar porque el dólar en Colombia sube y baja con bastante frecuencia. Es decir cuáles son los factores que influyen para que el peso colombiano se deprecie en forma acelerada como se ha dado en los últimos años.
La TRM en el año 2012, fue de $1.768.23, y en 10 años y 17 días $4.007.23, significa que el peso ha perdido con relación al dólar el 226.6%. Eso indica que si usted logro invertir en dólares del año 2012, y los ahorro, su ganancia ha sido del 226.6%, una rentabilidad difícil de alcanzar en otra actividad económica. Colombia tiene una política cambiaría flexible, lo que indica que la TRM se determina por la oferta y demanda de divisas. Si la oferta de dólares es mayor que la demanda el precio de la moneda tiende a bajar y viceversa. El Banco de la República es la responsable del manejo cambiario en el país, y solo puede intervenir comprando o vendiendo dólares cuando estime que se están dando movimientos especulativos por los actores del mercado de divisas.
Movimientos de entrada y salida de dólares en millones 2012-2021*
AÑO IED IEP SCAP CUEC REMESAS $/US
2021* 7.160 5.811 7.036 (12594) 6.285 3-981.2
2020 7.459 7.515 10.888 (9567) 6.908 3.432.5
2019 14.313 291 533 (14286) 7.086 3.277.1
2018 11.535 349 7.179 (12669) 6.636 3.249.8
2017 13-936 7.793 9.452 (10359) 5.784 2.984.
2016 13.849 8.907 11.820 (12129) 5.147 3.000.7
2015 12.108 9.007 3.849 (18925) 4-957 3.149.5
2014 16.325 18.661 12.725 (19783) 4.093 2,392.5
2013 16.199 11.073 13.573 (12722) 4.401 1.926.8 2012 15.529 7.356 3.285 (11834) 3.970 1.768.2 Datos hasta septiembre Fuente: Balanza pagos B de R
Estos datos muestran el movimiento de divisas en el país y son la base para determinar la tendencia de la TRM, y por supuesto el impacto que tiene esa tasa sobre el peso colombiano, que puede ser de apreciación o depreciación. .
¿Qué explica la TRM en Colombia?
Lo primero que debemos tener claro es como entran y salen dólares, del país. Entran dólares por: las exportaciones, las remesas de trabajadores colombianos en el exterior, la inversión extranjera directa (IED), la inversión extranjera en portafolio (IEP), por el endeudamiento externo. Salen divisas por el pago de las importaciones, la salida de capital (inversión de colombianos en el exterior y pago de remesas de los trabajadores extranjeros a sus familiares), giro de utilidades de las empresas extranjeras, y colombianos que viajan al exterior.
No toda la TRM, se explica por el movimiento de divisas que entran y salen del país, hay factores externos que de una u otra forma afectan la TRM colombiano, bien debido a que la economía mundial no crece a tasas significativas, lo que nos limita la generación de divisas de los productos que exportamos y por la caída de los precios de los commodites, especialmente el petróleo y el carbón, productos que explican el 45.7%,de nuestra generación de divisas, pero también influye la política monetaria que decida la FED, como la actual de aumentar sus tasas de interés debido al incremento de la inflación, sobre ese aspecto escribía en junio 4 del año 2019,”QUE PASA CON EL DÓLAR EN COLOMBIA SEGUNDA PARTE (Rueda la Prensa), lo siguiente: “También nos afecta la política monetaria de la FED, con el aumento de las tasas de interés, lo que hace atractivo la entrada de capitales a los estados Unidos con la consecuencia de la salida de los países emergentes como el nuestro, es decir el capital golondrina ha venido saliendo del país, afectando por supuesto la TRM, y las inversiones. A lo anterior hay que sumarle la incertidumbre política que estamos viviendo, por la falta de liderazgo del presidente Duque, los signos de corrupción, lo que posiblemente como lo han expresado públicamente varios empresarios y el mismo German Vargas Lleras en una de sus columnas en El Tiempo, que están pensando seriamente en sacar la plata del país, para llevársela al exterior. La famosa fuga de capitales, que tanto daño nos hace, y que las autoridades colombianas son permisivas a sabiendas que alrededor de unos US$200.000 millones, han salido del país en los últimos años, desangrando nuestra economía urgida de capital. Dinero que no paga impuestos en Colombia a pesar de haberse generado en el país, que contribuye a que seamos más pobres”
¿Cómo se ha movido la TRM?
Lo descripto anteriormente se está repitiendo, ya que las proyecciones de crecimiento para el año 2022, son menores a las del 2021, al respecto dice en su reciente informe el Banco Mundial “A medida que se desacelera el crecimiento mundial, las economías en desarrollo enfrentan el riesgo de un aterrizaje brusco” Se prevé un crecimiento del 4.1%, para el 2022, y del 3.2%, para el 2023, cuando en el 2021, el crecimiento fue del 5.5%.
Al menor crecimiento económico mundial, habría que añadirle a la economía colombiana, su alto: endeudamiento, inflación, déficit fiscal, déficit cuenta corriente, balanza de pagos negativa, pésima distribución del ingreso, pobreza del 42.5%, desempleo 10.8%, e informalidad del 50%.
A pesar de que nuestra economía en el año 2022, creció cerca del 10%, debido a que veníamos de un año en recesión por la pandemia (-6.8%), ese crecimiento no mejoró ninguna de las variables anteriormente señaladas, su crecimiento con relación al 2019, solo fue del 2%. Tasa considerada baja, para el potencial de crecimiento del país.
Desde el año 2004, vengo escribiendo sobre la apreciación o depreciación del peso colombiano con relación al dólar (documentos que puede encontrar en Internet), mostrado cono a principios del año 2004, el peso colombiano se apreció con relación al dólar, al pasar de $2907.20, a 2.411.37.A partir de esa fecha y hasta el año 2009, el peso mantuvo un valor con relación al dólar en promedio de $2.200. Del año 2010 hasta el año 2013, el peso tuvo un promedio de $1.886 por dólar, siendo las TRM, más bajas de los últimos 21 años. A partir del año 2014, cambia la situación y empieza el viacrucis del peso al perder valor con relación al dólar, al pasar de $2.392.5 a $4.007, al 17 de enero del 2022.
Esa tendencia hacia arriba creemos se mantendrá, a pesar de que el petróleo hoy está por encima de los US$84, por barril, el café a US$2.40, y el carbón a US$100 tonelada. Dado que la desaceleración de la economía, y la terminación del invierno, bajaran el precio de los commodites, afectando más nuestra cuenta corriente que ha sido negativa como pueden apreciarlo en el cuadro de la página dos (2), en los últimos 10 años.
A lo anterior súmele el fin del dinero barato y que en el país entramos a un debate político que normalmente crea incertidumbres. La cual puede llevar a muchos colombianos en una forma equivoca de tratar de proteger su patrimonio sacando dinero ilegalmente hacia los paraísos fiscales. Contribuyendo con ello, a una mayor depreciación del peso colombiano, tal como lo sugirió Germán Vargas Lleras en el escrito anteriormente citado.
¿Entrada y salida de capitales 2012-2014?
En el cuadro de la página dos (2), registramos la entrada de dólares al país, por concepto de la IED y la inversión en Portafolio (IED), como las remesas de los colombianos residentes en el exterior, así como la salida de capitales (legalmente) de colombianos en el exterior y el déficit en cuenta corriente (diferencia entre la exportación de bienes y servicios con las importaciones).
Del cuadro se desprende, que la iED ha venido disminuyendo con relación a la inversión recibida en los años del 12 al 14, cuando teníamos inversión promedio de US$16.017 millones, del 2015 al 2018, el promedio fue de US$12.857 millones y, del 2019 a septiembre del 2021, US$9.644 millones. Con relación a la IEP, paso de un promedio de US$12.363 millones, de los años 2012 al 2014, y en los últimos tres años un promedio de US$4.539 millones. Se supone que estos rubros se verán afectados por el aumento de las tasas de interés, y el debate político, lo que impulsara la TRM hacia arriba.
En cuanto a las remesas, han venido incrementándose al pasar de US$3.970, en el año 2012, a US$ 6.285, a septiembre de 2021.
Por el lado de la salida de dólares, tenemos que la salida de capital en los últimos 10 años, esta alrededor de los US$7.802 millones. El déficit en cuenta corriente en los últimos 10 años, ha sido en promedio de US$13.674 millones.
En síntesis las divisas generadas por el país, en los últimos 10 años, es de US$4.289 millones, cifra que sale de calcular el promedio de la diferencia entre la entrada y salida de dólares en Colombia.
Esa baja generación de divisas, hace que el peso colombiano se deprecie con relación al dólar, y otras monedas especialmente el Euro.
Conclusión: Mientras no resolvamos el déficit en cuenta corriente, aumentando las exportaciones de bienes y servicios, el déficit fiscal, disminuyendo el gasto y controlando la evasión tributaria, disminuir el endeudamiento externo que llega a cifras escandalosos $167.000 millones, un 65.3% del PIB, difícilmente tendremos una tasa de crecimiento aceptable, y por supuesto brindar confianza a la IED e IEP, nuestra moneda se seguirá depreciando como lo ha venido haciendo en estos últimos siete años, ver la evolución de la tasa de cambio en el cuadro de la página dos(2).
¿Cómo afecta a la economía la apreciación del dólar en millones de pesos enero-septiembre 2021?
Concepto US$ DIF US$ RESULT $BILL
Exportaciones 28.531 548.7* 15.6
Importaciones 42.536 (23.3)
Deuda externa 167.221 (91.7)
Pública 100.023 (54.8)
Privada 67.197 (36.9)
Remesas 6.285 3.4
Reservas internas 58.901 32.3
Total efecto (63.7)
Del cuadro anterior, podemos colegir que la economía colombiana se ve afectada por la depreciación del peso frente al dólar y otras monedas, con $61.7 billones, de los cuales le corresponde al gobierno pagar $22.5 billones, al comparar el monto de la deuda pública con las reservas internacionales($54.8 menos $32.3 billones). Ganan los exportadores que reciben $15.6 billones adicionales por la diferencia en cambio, y pierden los importadores $23.3 billones, por la misma circunstancia. Las familias que reciben remesas, estas le rindieron $3.4 billones adicionales.
Hay que destacar el alto déficit en la balanza comercial de US$14.025 millones, unos $56.2 billones. Igualmente que continuamos importando productos agropecuarios, alimentos y bebidas por US$6.317 millones, exportando un 7.6%, más (US$6795 mill) , en cambio en manufacturas importamos US$32.917 millones , y exportamos US$6.398.2, millones, es decir, 5.1 veces de lo que exportamos, una balanza muy desigual. Con relación a los combustibles siguen siendo el principal renglón de exportación US$13.041, un 45.7%, del total exportado.
Conclusión dos:
El país, no puede continuar con el modelo económico que se ha venido aplicando en los últimos 30 años, donde se acabó con el sector industrial y el sector agropecuario. Seguimos dependiendo del petróleo y el carbón, dos recursos naturales no renovables cuya tendencia en el mediano plazo es que sus precios bajen tanto, que no va a ser rentable explotarlos.
Después de las flores, no hemos tenido un producto del sector agrícola que generó recursos, con la excepción que se viene dando con el aguacate Hans. Cometemos el error de exportar ganado en pie, cundo lo aconsejable es añadirle valor y exportar carne en canal.
Lo que hace falta es voluntad política para diseñar unas políticas públicas que permita desarrollar la agroindustria, como la industria, pero que produzcan para el mercado mundial y no solo para el mercado interno. Esa política debe estar orientada a resolver el problema de la tenencia de la tierra, su utilización y por supuesto definir los estímulos con “compromiso” que hay que darle a quienes trabajan la tierra y a quienes invierten en manufactura. Necesitamos una política industrial y agropecuaria que tanta falta nos hace, que genere empleo bien remunerado y divisas.
Insisto el debate a la presidencia, en vez de convertirlo en un problema personal como se viene haciendo, debe orientarse a tratar los problemas que se plantean en este documento y en los diferentes escritos de colegas, que bregan por un debate con altura. Hasta hoy no hay debate. Solo lo mismo, promesas sin soportes técnicos. Queremos escucharlos hablar, de cómo van a resolver los déficit gemelos, el alto endeudamiento, el desempleo, la pobreza y que políticas públicas proponen para el campo y la industria, que generen empleo formal.