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Uribe denuncia delitos de engaño a la justicia y fraude procesal de Iván Cepeda en el marco del juicio que se lleva a cabo

Valledupar, 26 de febrero de 2025.- En una transmisión en vivo de 18 minutos, la noche de este miércoles el expresidente Álvaro Uribe Vélez hizo graves denuncias detalladas sobre los fallos, mentiras y vacíos presentados en el testimonio de la supuesta víctima Iván Cepeda Castro este lunes en el marco del jucio contra el exmandatario que se lleva a cabo ante la Juez 44.

Lo grave de las denuncias de Uribe, no radican en las mentiras permanentes contra el expresidente, de esta supuesta víctima, que ha quedado en evidencia durante las audiencias de juicio, sino en la seguidilla de graves delitos en que ha caído este personaje conocido de auto no solo por los seguidores del exmandatario que este miércoles durante el interrogatorio a la testigo Deyanira Gómez lo observaron y además quedó grabado en el video de la transmisión, como con su mano en el lado derecho de su cara movía los sus dedos para indicarle la cifra que debía responder esta. Y justo lo que Cepeda le indicó eso respondió la ex pareja sentimental del testigo Juan Guillermo Monsalve.

Es así como Uribe acusa este acto del senador Cepeda debe ser investigado porque tiene toda la forma de trampa que podría constituir un engaño a la justicia y tipificar el delito de fraude procesal.

A continuación transcribimos textualmente cada uno de los puntos denunciados por Uribe Vélez: 

1) El senador Cepeda mintió o se equivocó sobre la Hacienda Guacharacas. Dijo que el ELN la destruyó en el año 1994. Fue en 1996. La fecha es muy importante porque el motivo criminal fue “vengarse del Gobernador”. Empecé en ese cargo en 1995.

El trabajador que quedó a cuidado de la finca, de nombre Tobías, fue asesinado por milicianos de la guerrilla en 1996, no en 1994 como dijo el senador Cepeda.

Óscar Monsalve, padre, trabajó en la finca como capataz de campo hasta finales de 1994. Se retiró antes de la destrucción guerrillera. Regresó como administrador después de la destrucción, ya había otros empleadores.

El senador Cepeda dijo que Monsalve, se refería a Juan Guillermo, fue a Medellín a reunirse con mi hermano Santiago, quien le pidió regresar a la empresa. No es cierto, esa reunión no se dio, tampoco esa petición.

2) El senador Cepeda afirma que se contactó con los presos Juan Guillermo Monsalve y Alberto Guerrero, Pipintá, además con otros reclusos como los de Cómbita, a través de Piedad Córdoba y de Mercedes Arroyave.

Piedad Córdoba está fallecida. Tuvo una contradicción con Cepeda en sus declaraciones ante la Corte. Mercedes Arroyave está desaparecida. Nunca acudió ni respondió a los llamados de la Corte ni a los de la Fiscalía. Pero falta un elemento. El senador Cepeda ha guardado silencio sobre la hipótesis de que el abogado Samuel Arturo Sánchez Cañón lo hubiera contactado con Pipintá. A lo largo del proceso, hay declaraciones en ese sentido, que se refuerzan porque el abogado Sánchez Cañón fue defensor de los paramilitares del grupo Cacique Pipintá.

Mi caso es opuesto. En todos los episodios, salvo uno, se conocen las personas que me informaron sobre el peregrinaje del senador Cepeda por las cárceles para afectarme, así como las acciones de otros en la misma dirección.

Pues bien, todos mis informantes son conocidos y han declarado en cada uno de los episodios. Solo hay un caso distinto: el de Harlington Mosquera. Él me abordó directamente en el municipio de Pacho, Cundinamarca. Sin embargo, la información se registró de inmediato. Además, existe la llamada que fue interceptada ilegalmente, en la cual yo informaba sobre este hecho.

3) El senador Cepeda, entre dudas y nervios, dice que es amigo de las organizaciones de derechos humanos, de esa ONG, Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos. Afirma que ha hecho aportes a organismos de DDHH. Negó haberle aportado a este Comité de Solidaridad con Presos Políticos.

El senador Cepeda pudo faltar a la verdad porque en publicaciones de aportantes a ese Comité aparece el senador Cepeda con las siguientes contribuciones:

En 2017: $ 14,771,059.90

En 2018: $ 25,953,222.20 y $ 19,546,436,53

Además, ese organismo era presidido por Franklin Castañeda, amigo y compañero de luchas, como lo reconoce el senador Cepeda. Pero, además, esa entidad, esa ONG, hizo un aporte de alrededor de 12 millones de pesos a la familia de Monsalve. Han dicho que era un aporte porque la familia quería salir del país, lo que no ocurrió.

El senador Cepeda afirma que Juan Guillermo Monsalve pidió el apoyo para la familia y que se le informó que estaba tramitado. Entonces, estamos en presencia de que el único que puede dar apoyos humanitarios que no sean soborno es el senador Cepeda.

Al doctor Diego Cadena le han probado un aporte de 9 millones de pesos a Carlos Enrique Vélez. El doctor Cadena afirma que lo hizo por razones humanitarias, y la cuantía así lo sugiere.

También hizo un aporte de alrededor de 700 mil pesos a una señora Diana, para que ella pudiera hacer unos recorridos. En ambos casos, nunca me informó previamente. Por eso insistí mucho en el testimonio de Hernán Cadavid. Porque mientras el doctor Cadena ha aceptado que entregó ese dinero por razones humanitarias en un caso y nunca me informó, sino después, y que yo lo reproché, eso no tuvo credibilidad puesto que me acusaron.

Por eso es tan importante el testimonio de Hernán Cadavid en este caso. Son claros los beneficios que el senador Cepeda le dio a Monsalve. Además del dinero está demostrado que el senador Cepeda evitó que Monsalve fuera trasladado a la cárcel de Valledupar.

Está demostrado que el senador Cepeda hizo gestiones para mejorar la situación carcelaria de Monsalve.

Pues bien, en este proceso también aparece algo pequeño como que el senador Cepeda ayudó a Monsalve a tener una nevera. En mi caso hubiera sido gravísimo siquiera haber gestionado para un preso la adquisición de una nevera de icopor.

4) El senador Cepeda dice que envió todo a la Corte, pero no es así. En la misma declaración, él reconoce que no grabó a todos los testigos. Si bien lo entendí, solo habría grabado a Monsalve y a Alberto Guerrero (Pipintá).

Dijo que a los otros no los grabó porque ellos no lo pidieron. Entonces, ¿qué fue lo que realmente mandó a la Corte? No envió todo, sino selectivamente lo de algunos. Los audios escuchados, que habrían sido los enviados por el senador Cepeda a la Corte, son unidireccionales, incompletos.

En las comunicaciones entre Monsalve y Caliche, su amigo de Neiva, se oye, podríamos decir, todo lo que Caliche decía, y poco de las respuestas de Monsalve. Y en las comunicaciones entre Monsalve y el senador Cepeda, se oye todo lo que Monsalve enviaba, pero no se oyen las respuestas del Senador Cepeda. Eso es un engaño a la justicia. Y al senador Cepeda le creen todo. Y dijo que no verificaba antes de enviar a la Corte.

Por contraste, todo lo que yo recogí, lo que recogió el doctor Cadena, todo lo que apareció en este proceso, todo fue enviado a la Corte, en su texto original, en las cartas originales. En la letra original, en los manuscritos originales, en los videos. Envié todo, de verdad todo. Nada se editó. Se aclaraba que se enviaba para que la Corte investigara porque era la institución competente. Sin embargo, estoy acusado de haber engañado a la Corte. Hay que decir la verdad, y la verdad completa, advirtió Uribe.

5) El senador Cepeda aceptó que, cuando iba a reunirse con Alberto Guerrero, (Pipintá) del grupo Cacique Pipintá, en la cárcel, ya tenía información de que Pipintá iba a hablar en contra de mi hermano y de mí. Esto demuestra algo muy claro. Es una de las tantas pruebas de que el senador Cepeda utilizaba los Derechos Humanos simplemente como un medio para buscar en las cárceles cómo afectar a mi hermano y a mí.

6) El senador Cepeda dice que Monsalve y Alberto Guerrero (Pipintá) se interesaron en él porque, a través de la prensa, conocían su trabajo. Y esta versión se la creyeron.

En cambio, miren lo que ocurre conmigo. Caliche, el de Neiva, ha dicho que él se enteró de todo por la agitación de la prensa. Sin embargo, en mi caso, eso no se ha aceptado. Lo rechazan.

Lo mismo ocurre con el llamado público que hice en redes sociales. Un llamado para que todas las personas que conocieran del peregrinaje del senador Cepeda por las cárceles me informaran. Y que también se informara sobre cualquier hecho ilegal cometido por mí.

7) Y la injusticia es enorme: Un fiscal, nombrado por el doctor Eduardo Montealegre, quien además lo promovió, me acusó de haber sobornado a una exfiscal para que desacreditara al doctor Montealegre. Pues bien, esa exfiscal no fue trasladada de cárcel por mí. Fue trasladada por una tutela. Y existen pruebas claras de que yo no intervine en ese traslado. Como jamás he llamado al INPEC para solicitar el traslado de alguien.

A esto hay que agregar lo siguiente: Para acusarme, no tuvieron en cuenta las pruebas. No consideraron las declaraciones de los funcionarios del INPEC.

8) El senador Cepeda exagera al defender a Monsalve. Presenta lo ocurrido en la cárcel como atentados contra Monsalve. Desconoce la alta posibilidad de que Monsalve haya participado en riñas. Justamente el día en que el senador Cepeda y Mercedes Arroyave visitaron a los internos de Cómbita, donde estaba Monsalve, ocurrió algo curioso. Ese mismo día hubo riñas en la cárcel.

El propio senador Cepeda lo reconoce. Es importante analizar al Monsalve de las riñas. Y no presentar a Monsalve como víctima de atentados que siempre dejan el manto de duda de que sucedieron por mí.

9) Queda claro que el senador Cepeda participó con sus amigos del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos en la salida del país de la médica Deyanira. En mi caso eso sería soborno a un testigo.

10) Si el senador Cepeda no conocía a Carlos Enrique Vélez, ¿por qué este testigo dijo en la Corte, en proceso diferente, diciembre de 2016, que el senador ¿Cepeda le había hecho ofrecimientos para declarar contra los Uribe?

11) El senador Cepeda dice que no pidió la reunión con Juan Carlos Sierra (El Tuso), sin embargo, evadió responder si le preguntó por mis “relaciones con los paramilitares”. Se sabe que esto fue el mayor interés de la visita.

12) La audiencia dejó en claro que el interés del senador Cepeda no eran las condiciones carcelarias de los presos sino contactar a paramilitares para que me acusaran; que el senador Cepeda buscaba a ex paramilitares, supuestos o reales, que hicieran referencia a mí. El senador Cepeda ha buscado ocultar el interés de afectarme en la careta de los Derechos Humanos.

Nota: Hoy, durante el testimonio de la médica Deyanira Gómez, cuando le preguntaron por el número de reuniones con el senador Cepeda, personas que seguían la transmisión observaron y captaron la señal numérica que con sus dedos hacía el senador Cepeda para ayudar a la señora Deyanira y/o a su abogado. Este acto del senador Cepeda debe ser investigado porque tiene toda la forma de trampa que podría constituir un engaño a la justicia y tipificar el delito de fraude procesal.

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